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15 febrero 2007

Dieciseis ilusiones templadas con las embestidas de las vacas



Los ganaderos de la provincia siguen apoyando a la Escuela Taurina de Ciudad Real. El pasado domingo el ganadero Emilio Víctor llevó sus vacas hasta la plaza de toros de la capital para que los pupilos de Calatraveño las tentarán.



Como se llevara a cabo el año anterior durante el invierno, se procedió al primer tentadero clase-práctica en la Plaza de Toros de Ciudad Real. Esto ocurrió el pasado domingo. Los alumnos de la Escuela Taurina de la capital manchega se presentaron ataviados con su traje corto, la mayoría de ellos, demostrando así su profesionalidad, aunque todavía les falta mucho para doctorarse en tauromaquia. Pero los inicios son buenos. Es fundamental inculcarles desde un principio el vivir en torero en todo momento.







Entrar a la plaza y ver las caras llenas de ilusión de los jóvenes es alentador, puesto que esto significa que tienen confianza en sí mismos y ganas de demostrar lo aprendido. Los sabios consejos del maestro han surtido efecto puesto que todos están atentos a sus indicaciones. Aunque siempre hay algunos “sabios” que intentan imponer su criterio desde los tendidos y querer hacer las funciones de director que no le corresponde. Esto les sirve de experiencia a los chavales para concentrarse en lo que se dicen entre barreras y no escuchar lo que pueda llegar desde el tendido.







Bravura y nobleza
En esta ocasión las cuatro añojitas salieron por los chiqueros. Traidas por el ganadero fernanduco, Emilio Víctor, dieron buen juego y les sirvieron a todos los alumnos. Fueron nobles, con bravura y fijeza. Cuatro becerras que pusieron el listón muy alto a los jóvenes que se midieron con ellas. Todos los alumnos tuvieron su oportunidad. Una oportunidad que les supo a poco, puesto que estos jóvenes tienen ganas de torear, de verle la cara al animal y enfrentarse a sus distintas embestidas. Solventando todos los problemas que les puedan presentar en un futuro. Cuanto más toreen más puestos van a estar para cuando empiece la temporada.





La mano de Calatraveño se notó en todo momento. Puesto que muchos de ellos han mejorado y otros están aún aprendiendo, sobre todo los nuevos que se ha apuntado este año. La voz experta desde la barrera de Calatraveño aconsejando como deben situar la vaca y donde se deben colocar, se escuchaba entre el silencio de los asistentes. Calatraveño se ha tomado muy en serio su papel de director de la Escuela. Y tiene la responsabilidad y el reto de conseguir formar a estos toreros. El respeto y la admiración de sus pupilos se transmite en el ambiente.







El picador Juan Charco cumplió correctamente con su labor de probar a la becerra en su caballo. La prueba principal para comprobar la bravura. Después viene la muleta, pero eso corrió a cargo de Juan, Diego, Rafael, Puri, Rubén, Miguel Ángel, Farruquito, Antonio, Carlos, Iván, El Niño de las Monjas, El Parri, Emilio, Angelillo, El Malagueñito y Alfonso.









Hnos Víctor Romero

Buena calidad en la selección



El ganadero Emilio Víctor es uno de los primeros que ha estado apoyando a la Escuela. Ofreciendo sus vacas para que sean tentadas por estos jóvenes aprendices de torero. En ningún momento ha dudado de la iniciativa de desplazarse hasta la capital y observar desde la barrera de la plaza de Ciudad Real a sus añojas. Un examen muy exahustivo el que hace Emilio fuera de su plaza de tientas y de su burladero de ganadero. Pero el simple hecho de ver a los alumnos derrochando ilusión y ganas de aprender para llegar a ser algo dentro de este mundo. No es el único que ofrece sus becerras puesto que más ganaderos de la provincia lo hicieron el año pasado y lo harán este año también.





3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sencillamente gracias Raquel por regalarnos estas fotografis a los que no pudimos asistir a la clase practica de la Escuela. No quiero destacar a nadie, todos merecen el aplauso, pero algunos pases los firmarian autenticas figuras del toreo.

Pepe-Hillo

02:50  
Blogger Raquel-Montero said...

De nada Pepe Hillo, pero los aficionados que sentís el toreo,os deberiaís acercar a la Plaza para ver a los chavales. Es mucho más bonito verlos en vivo y en directo que por medio de fotografías. Las fotos no expresan todos los sentimientos que se viven en la plaza. Sólo plasma un momento, un instante, pero no el aroma que impregnan los alumnos de la Escuela en el albero.

00:57  
Anonymous Anónimo said...

Raquel la verdad es que me hubiese gustado estar en la plaza pero me resultó imposible, sencillamente porque estoy fuera de España, concretamente en Lisboa y es donde estoy ahora y gracias a Internet he podido contemplar esas magnificas fotos.

Pepe-Hillo

01:06  

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