El minero, lancero de su lanza,
sordo dinamitero sin puntuales,
es un perforador sin esperanza
Eladio Cabañero
I
Los seis toritos, madre
de la corrida,
en los espejos del más bello coso
se miran.
Seis los espejos...: ¡seis son los toros de la corrida
II
Secular toro el miedo
en los siglos por los siglos
de este ruedo.
Toro el de la piel de España,
¡el del tenebroso ceño
con la hidrargírica saña
de su pitón berroqueño...!
¡Mi Almadén...!
¡Ay, Almadén de mi sueño!
Tú en la grupa de tu jaca
cabalgadora de siglos
perforando toros negros...
¡Ay mi Almadén,
mi Almadenito minero!
De entrañas bariteladas,
con un corazón torero -Almadén-
tejido a cornadas
del más negro toro,
del toro más negro...
III
Bordado en plata
de los espejos,
bermellón el terno
de mi torero.
¡En el azogue bordado,
madre del alma,
de los espejos...!
De los espejos, madre,
¡Sus seis espejos...!
Félix Rodríguez
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