05 abril 2007

“Que amen la profesión y sean grandes aficionados”

El diestro murciano Alfonso Romero visitó la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real. Pisando el albero del coso capitalino recordó las faenas que realizó la pasada Feria de donde salió a hombros junto a sus compañeros de terna.
Con estas palabras Alfonso Romero animó a los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real a que siguieran con su aprendizaje taurino.
Llegar a convertirse en torero es una ardua labor por la que pasan muchos toreros. Romero desde muy pequeño tuvo que demostrar que valía para ser torero. Su padre, profesor de la Escuela de Murcia se lo puso muy difícil. Fue su abuelo el que le metió el gusanillo en el cuerpo, lo llevaba a los toros y a los tentaderos a escondidas. De esa forma crece en un niño pelirrojo la ilusión por convertirse en el torero que hoy día es.
Respetar la profesión y sentirla como una forma de vida fue otro de los consejos que el murciano dio.
Alfonso Romero interpreta el toreo dejando fluir sus sentimientos. Con la espada y con la muleta dice muchas cosas a los aficionados, es su forma de expresarse y dialogar con ellos.

Su experiencia en ciudad real
El año pasado hizo el paseíllo con dos toreros de la tierra, Aníbal Ruiz y Luis Miguel Vázquez. La terna salió ese día a hombros. Romero la recuerda como una tarde muy bonita, donde vio muchos matices para expresar su toreo. Salió muy motivado por el ambiente que vio. Su primero no tuvo fuerza pero eso no le impidió salir espoleado en el segundo y dejar una faena que todavía perdura en los aficionados que la vieron.
Acompañando a Alfonso Romero en la mesa estuvo el presidente del Ateneo Taurino Manchego, Manuel Hervás, el alumno Gutiérrez Mora, Calatraveño y como moderador Aurelio Borja.
Manuel Hervás habló de la buena impresión que causó Alfonso Romero el año pasado a los aficionados y de la defensa que hace su asociación de la Fiesta. Por su parte, Diego Gutiérrez Mora se encontraba muy satisfecho de compartir la mesa con dos maestros del toreo.
Es una lástima que se estuviera en familia en la charla-coloquio que organiza un jueves al mes la Escuela.

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