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19 mayo 2007

Calidad y nobleza en las embestidas de las añojas

En Pinos Bajos se vivió una jornada campera de tientas en la que los invitados eran los alumnos de la Escuela Taurina de Ciudad Real. Cuatro añojas sirvieron para que los alumnos se prepararán y tomarán contacto con el animal.

Ficha

Primera becerra: La paró Juan Gómez comenzando la faena con la muleta. Continuó Miguel Gálvez y posteriormente tras el buen son de la becerra los más pequeños, Iván Fernández. Álvaro, alumno nuevo de Carrión y Cristian “El Niño de las Monjas”.
Segunda becerra: Rubén Aparicio la paró y la toreó junto con Farruquito y César Muñoz. Puri a pesar de estar lesionada le dio alguna tanda.
Tercera becerra: Antonio Alcázar la paró y compartió la faena de muleta con “El Niño de las Monjas” y “El Malagueñito”. También salió Alberto.
Cuarta becerra: La paró Gutiérrez Mora que toreó junto a El Parri, Juan José y Farruquito.
Quinta becerra: La toreó Alberto Lamelas que ayudó en algunos momentos a los alumnos de la Escuela.

Los ganaderos de Víctor y Marín en su labor de ayudar a la Escuela Taurina de Ciudad Real celebraron un tentadero para los más jóvenes. Durante el fin de semana los alumnos más aventajados estuvieron de tapias en Pinos Bajos, esperando a que los toreros invitados les dejaran aprovechar parte de la embestida de sus vacas. Pero el miércoles puedieron disfrutar de sus vacas. Cuatro añojitas que salieron con muy buena calidad para que las torearan a placer los aprendices de torero.
La selección es fundamental en la ganadería de Víctor y Marín. Los ganaderos José Luis Marín y Felipe Lasanta toman nota de como embisten en el caballo y en la muleta las becerras. La fijeza y nobleza son fundamentales para pasar el exámen de selección, es la prueba de sangre tan necesaria para que la cabaña de bravo prolifere.
De unos años para atrás las hembras de la ganadería de Víctor y Marín están obteniendo una buena nota en los exámenes de selección. Eso es una gran garantía para el futuro de los machos. De momento para el año que viene han apartado una corrida de toros. Desde hace muchos años que no lidian corridas, todo son novilladas, pero en el 2008 veremos los resultados de estos bravos toros que pastan en tierras fernanducas.

Aprendizaje y emoción
El toreo de salón es fundamental para aprender la técnica del toreo, pero también es necesario probrarse y desarrollar lo aprendido delante de la cara de las becerras. No todas tienen el mismo comportamiento y es fundamental saber pensar delante del animal, para que no te ganen la partida.
Ver a los más jóvenes salir a la placita de tientas con todas las ilusiones puestas en lo que van a hacer es lo más gratificante para los profesores y el resto de compañeros. Escuchar al maestro las órdenes que les da desde el burladero, atentos siempre a su voz para corregir la posición o lo que estén haciendo mal, les sirve de aprendizaje. También el volver a su burladero y recibir los ánimos de sus compañeros, los más sensibles llegan a emocionarse. Una emoción y una experiencia diferente que queda inscrita detrás de los burladeros de la placita de tientas de Pinos Bajos, donde grandes figuras del toreo han pasado antes de serlo, como claro ejemplo está Manuel Jesús El Cid, y que en un futuro los serán estos jóvenes. Secretos que guarda esa plaza compartida en su silencio con el paisaje y los animales que pastan en ese entorno tan bello como es la finca de Pinos Bajos.