La plaza de toros de Ciudad Real coge vida y color durante la feria taurina en honor a su patrona. Los nervios en el patio de cuadrillas se entremezclan con el autógrafo del admirados y la foto que quiere conservar.
En el patio de cuadrillas es el lugar que más tensión se vive antes de iniciarse el paseíllo. Los toreros tienen la mente puesta en lo que van a hacer a lo largo de la tarde. Muchos son los aficionados que se acercan en esos momentos tan íntimos para ellos, para poder conseguir la foto y el autógrafo de su torero preferido. No todos acceden a ser fotografiados y se prefieren pasar esos minutos en la capilla alejados de tanto bullicio, tan sólo salen para liarse el capote e iniciar el paseíllo. Una vez deshecho comienzan a calentar.
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