Los alguaciles son los encargados del despeje de plaza, aunque ahora no hay aficionados en el ruedo.
Aparte de recoger la llave y entregársela al torilero son los encargados de velar por el orden en el callejón.
Dentro del personal que compone una plaza de toros se encuentran los alguaciles. Ellos son los encargados de hacer el despeje de plaza. Aunque en la actualidad no es como antes, ya que no hay gente en el ruedo para retirarla antes de que los toreros hagan el paseíllo. Lo que se hace en el presente es un despeje simulado. Los alguaciles son los encargados de acercarse hasta la presidencia para solicitar el correspondiente permiso para el inicio del paseíllo. Regresando a continuación al patio de caballos y encabezar el mismo acompañándo a los toreros.
Después del despeje de plaza se encaminan hacía toriles para entregar al torilero la llave que permitirá la apertura de la puerta de chiqueros.
En el callejón velan por la seguridad del mismo. Son los responsables de comunicar, tanto a lidiadores como a personas que tengan relación con la lidia, las órdenes del presidente, a través del delegado gubernativo.
Entre sus cometidos figuran la entrega de los trofeos a los toreros. Durante la vuelta al ruedo deben acompañar al matador por dentro del callejón.
En la plaza de toros de Ciudad Real desde el año 2001 hay una alguacililla, Lourdes Serrano. A veces la acompaña su marido Manuel Carmona, que desde niño ha desempeñado dicha labor, que anteriormente ejerció su padre. En otras ocasiones, es Antonio el que hace las funciones de alguacil.
Tan sólo en la plaza de Las Ventas, en la tradicional corrida goyesca que se celebra el 2 de mayo en la comunidad, el público baja al ruedo antes de dar comienzo la corrida. Ahí si que los alguaciles vuelven a desempeñar su antigua labor dentro de una plaza de toros.
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