Una de las funciones que se desarrollan por la mañana en una plaza de toros es la de meter a los toros en los corrales. Esta labor la desarrollan los corraleros. Hombres que conocen muy bien como mover la puerta.
Horas de espera hasta que los encargados de la plaza le dan la orden de llevar acabo su labor. Cuando llegan los toros en el camión están pendientes para mover las puertas y conducirlos por los distintos corrales que existen en las dependencias de una plaza de toros. Después, si han pasado el reconocimiento, todos juntos se trasladan al corral correspondiente.
Es una labor ardua. No debe haber mucho movimiento por encima de los corrales ya que si alguien se mueve lo más mínimo puede hacer que el toro derrote contra paredes o puertas. Mientras que las cuadrillas están enlotando los toros, ellos esperan en el cuarto del sorteo. Allí son testigos de lo que los banderilleros y apoderados hablan, así como de observar como se confeccionan los lotes. De que toro le ha gustado más. Cúal puede embestir. Cúal puede tener un comportamiento distinto al de sus hermanos. Y por supuesto que les ha parecido el resultado del sorteo. Una vez que terminan las labores del sorteo y se ha decicido que toro van a echar primero y cual en segundo lugar comienza su labor, la de enchiquerar. El mover las puertas para que los astados pasen cada uno a su chiquero correspondiente. En estas funciones los corraleros están acompañados de los carpinteros.
Cuando suenan timbales deben colocar la divisa y abrir la puerta de chiqueros, una vez que el torilero ha abierto las de fuera. Bella tarea que pocos conecen y le prestan poca atención.
los cabestros
Por su importancia a la hora de la devolución de una res a los corrales es muy importante una buena parada de bueyes y un cabestrero que conduzca a los mismos. Todos recordamos a Florito.
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