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28 septiembre 2007

Adiós a un ganadero, gran aficionado y mejor amigo

Esta opinión la ha escrito Manuel López Rueda, amigo de la familia Marín que ha querido expresar en este escrito su cariño hacía Don Alberto. Con su permiso se publica en este blog.


El pasado domingo, a las seis de la tarde,hora taurina del comienzo del otoño, los aficionados y profesionales del mundo del toro de nuestra provincia, nos concentramos en Fernán Caballero, para dar el último adiós, a Don Alberto (Alberto Marín Montero), que a sus 89 años, dejaba este mundo.
No sonó Nerva, ni Amparito Roca, pero si escuchamos, los que pudimos ocupar plaza en el Templo, La muerte no es el final, como se les canta a los caídos en la lucha; y es que no tengo ninguna duda de que aunque Don Alberto se ha ido, que sus descendientes, sabrán mantener la casta y nobleza, de una ganaderia antigua en nuestra provincia.
Por Pinos Bajos, han pasado muchas de las figuras del toreo actual, pues no en vano, siempre han tenido a bien, dar oportunidad de tentar, y entrenar en campo, a muchos de los que luego se han abierto camino en el difícil arte de Cúchares, y sobre todo, y aún así sigue siendo, a todos aquellos jóvenes, a los que el gusanillo torero les ha llevado a intentar ejercer esa dura profesión.
Alli, pudimos ver, como numerosos profesionales, aficionados y medios de comunicación,asistian, para despedir al gran amigo, que fue de todos los que al igual que El,tenian como principal afición los toros.Desde el Cielo, que parece ser el sitio reservado para los hombres buenos, como él era, seguirá infundiendo ánimo a todos los suyos, para que puedan seguir la linea, que el había implantado, y que siempre se ha respirado por Pinos Bajos.
Adiós Don Alberto,los que quedamos,tendremos la suerte de ver los productos que han quedado en las tierras Fernanduqueñas, y que seguirán dando tardes de Gloria, para los que en ese duro camino se encuentran.