Hace ya algunos años, veintitrés concretamente, que vengo asistiendo ininterrumpidamente a los festejos que se dan en nuestra coqueta, aunque poco cuidada, plaza de toros, y todo este tiempo me ha servido, aparte de para otras cosas, para constatar el mal momento que paulatinamente ha ido viviendo y en el que se encuentra actualmente la Fiesta Taurina en nuestra ciudad. Desde que D.Diodoro Canorea nos bombardease con los toros de D. Alejandro García hasta el espectacular fracaso de la pasada Feria Taurina 2007 bajo el brazo de una pésima gestión realizada por la empresa Taurotoro, que además ha contado con la complicidad de la Exma. Diputación, que en este caso y como viene ya siendo habitual no se ha comportado como tal, en cuanto al trato que dispensa a nuestro histórico coso, pues como la mayoría ya conoce se ha limitado a hacer la vista gorda ante las irregularidades que ha cometido la ya citada empresa gestora en cuanto al cumplimiento del pliego de condiciones y la confección de los carteles, aunque no tanto como el abandono al que tiene sometida a nuestra querida Plaza de toros, que pide a gritos desde hace ya algún tiempo una urgente remodelación, remodelación imprescindible y obligada como primera premisa si queremos contar en un futuro con una Feria Taurina digna de esta ciudad.
Pero como ya digo, han pasado muchas cosas, y por desgracia no todas buenas, pero no quiero caer otra vez en el ya tan manido tema de los pliegos ni de las instituciones, que como aficionados son temas que nos aburren y se nos escapan, lo que quiero es que reflexionemos… ¿Qué queremos para nuestra plaza?, ¿cuál es la identidad de este coso?, identidad perdida, por cierto, desde hace mucho tiempo, identidad que cuesta mucho recuperar una vez perdida, pero no imposible cuando se trabaja desde el tesón, la seriedad, el respeto y la constancia, …¿cuál es el toro que debe salir por chiqueros en esta plaza, sin olvidar que es de segunda?, ¿qué línea debemos de seguir a la hora de regular la concesión de trofeos?, ¿cuál es el criterio a seguir para que autoridades, presidencia y afición vayamos de la mano?, y quizás una de las cuestiones más importantes ¿qué estamos dispuestos a hacer como aficionados?
Y desde luego lo que no ayuda para nada a estas reflexiones, es esa ola de “purismo” y “torismo” mal entendido que desde varios sectores de la afición y de la crítica de la capital hacen llegar, y que lo único que consiguen es confundir aún mas, en algún caso al aficionado, y sobre todo a ese público, ya de por sí confundido, que asiste ocasionalmente y solo de vez en cuando a alguna corrida de feria, pero que tan necesario es para la salud de la Fiesta. Personalmente, yo también abogo por una Fiesta limpia y pura, creo que todos los que la amamos pensamos así, pero no podemos ser mas “papistas” que el Papa, olvidarnos que estamos en Ciudad Real y pretender que salga a nuestra plaza el toro de Madrid por poner un ejemplo, máxime cuando tenemos la certeza que el trapío propio de cada encaste sale en las plazas de segunda categoría y no se corresponde para nada con el del toro mastodóntico y cornalón que salta muchas veces al ruedo de las plazas de primera.
No debemos vender una imagen tan negativa, o mejor, debemos cuidar mucho la imagen de la Fiesta y mucho más en estos tiempos donde cualquier paso en falso que demos va a ser utilizado para atacarnos por esa opinión pública tan a la contra, abierta en algunos frentes de la sociedad, y desde luego lo que no se puede hacer es hablar ni escribir tan a la ligera, como se viene haciendo en algún artículo de periódico o conferencia de esta ciudad sobre el afeitado, el fraude y el uso de tranquilizantes para sedar a toros y caballos. Sinceramente no creo que todo eso ayude a mejorar el momento actual de la Fiesta en nuestra ciudad, y ¡ojo!, que nadie me malinterprete, no digo que no haya que denunciarlo, sólo que pienso que puede haber otra forma, o ¿qué pensará aquel que por primera vez se acerca o siente curiosidad por conocer el toreo, si lee o escucha esos comentarios tan agoreros?
Es hora de unificar criterios, de no perder tanto tiempo como se ha perdido en estos últimos años, de tener claro hacia donde queremos llevar la Feria taurina de esta ciudad y de recuperar la identidad de nuestra plaza, que la comisión taurina dé un paso al frente, trabaje seriamente por los intereses de esta sufrida afición y que ese trabajo dé sus frutos, pues hasta ahora los resultados han brillado por su ausencia, aunque desconozco los motivos; que las dos asociaciones taurinas de esta ciudad hagan un esfuerzo por comprender la idiosincrasia de esta plaza y de su afición en su totalidad y no solo tengan en cuenta la opinión de unos pocos, afición que anda dormida y desengañada de tanto fracaso año tras año; que ambas asociaciones sean capaces de caminar en la misma dirección y entender que su interés por recuperar la solera de nuestra Plaza es compartido por todos los demás aficionados.
Todo esto no pretende ser una crítica destructiva ni siquiera hacer que unos pocos se den por aludidos, ha llegado la hora de trabajar todos juntos, de anteponer los intereses de nuestra Plaza a los nuestros propios, todavía hay tiempo de recuperarla, esperemos que por fin hayamos tocado fondo, yo soy optimista, espero seguir siéndolo cuando pase agosto. Esto sólo pretende ser una llamada a la reflexión.
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