En el santuario de Pinilla se celebró una novillada sin caballos en un mano a mano entre Rafael Castellanos y Emilio Huertas. Ambos novilleros salieron a hombros. El público disfrutó del festejo salvo en las cogidas de Huertas.
El Santuario de Pinilla acogió el pasado sábado una novillada sin picadores con motivo de la festividad de la Virgen de Las Viñas. Un mano a mano entre Rafael Castellanos y Emilio Huertas en el que los dos novilleros salieron a hombros.
Abría cartel el joven de Campo de Criptana, Rafael Castellanos, que dejó constancia de su tauromaquia con los dos novillos que le correspondieron de Juan Saníger. En el primero estuvo con más poso, llevándolo por ambos pitones. Sin embargo, en el tercero de la tarde parecía un poco acelerado, sin correr bien la mano por lo tanto le enganchaba continuamente la muleta. Al final se dio cuenta y remendó un poco su error. Con la espada no anduvo nada mal. En el primero mató de estocada caída que le sirvió para cortar las dos orejas a su enemigo. Y en el tercero le recetó una estocada con lo cual paseó dos orejas y rabo.
El susto de la tarde
Emilio Huertas, de Santa Cruz de Mudela, dio varios sustos al respetable que ocupaba todo el tendido de la portátil. En varias ocasiones fue prendido por sus enemigos, lo cual minó sus fuerzas en la recta final. Ninguno le caló. La primera de todas parecía que le había empitonado en el muslo por el tiempo que estuvo agarrado a la cara del novillo, recordando la cogida de Paquirri, con la salvedad que aunque Huertas estuvo agarrado mucho tiempo el pitón no estuvo dentro de su cuerpo en ningún momento.
Su primer enemigo no le permitió mucho lucimiento ya que iba con la cara alta en todo momento. No humillaba para poder tomar los vuelos de la muleta en condiciones. Aún así toreó muy acelerado. Algún muletazo digno por el pitón derecho. En el cuarto, su toreo fue más reposado, con más temple, pisando unos terrenos demasiado comprometidos, que trajeron como consecuencia tres volteretas.
Con la espada en el segundo de la tarde dio un metisaca, y una estocada trasera perpendicular. En el cuarto, estocada casi entera y tres descabellos. Cortó dos orejas y una.
En la brega destacaron Óscar Castellanos de la cuadrilla de Rafael Castellanos y Marcos Galán de la cuadrilla de Emilio Huertas.
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