El Fandi ya es un veterano en Ciudad Real a pesar de su juventud. El público acude a la plaza al ver su nombre anunciado. Es un torero de masas que con banderillas llama la atención del espectador.
apocas horas de hacer el paseíllo, El Fandi se encuentra muy ilusionado por volver a Ciudad Real y espera que los toros de Juan Pedro Domecq embistan, para dar una buena tarde.
—Lo primero es darle al enhorabuena porque cada tarde que hace el paseíllo la “lía” y triunfa.
—Muchas gracias. La verdad es que este año ha ido la cosa muy bien y lo estamos disfrutando.
—¿Qué se siente al ser el número uno del escalafón?
—Es una cosa que no miro demasiado, lo numérico o no es una cifra, pero bueno como te he dicho antes me quedo con la satisfacción de estar toreando bastante y de disfrutar.
—Usted lleva un ritmo muy alto todas las temporadas, ¿se puede aguantar así mucho tiempo?
—Pues ojalá que sí. De momento me estoy encontrando bien, creo que con 26-27 años es el momento de hacerlo. Ahora gracias a Dios me encuentro bien, estoy toreando como te he dicho antes, muy a gusto. Y la verdad es que no me planteo lo que puede durar o lo que no.
—Esta tarde torea en Ciudad Real, en la Beneficencia, ¿qué espera de la corrida?
—Es una plaza que desde siempre se me ha dado bien, especialmente con los toros no he tenido demasiada suerte, pero creo que la gente me ha respondido. Esperemos que la corrida embista y trataremos de dar una tarde importante.
—Del ganado que me puede decir. Sobre el papel es de garantías.
—Sí, sí. Como te digo no me gusta hablar mucho antes, y menos de la ganadería. Es una cosa tan complicada que puede llegar un día que no embisten. Salgan como salgan trataré de buscarles las vueltas y tratar de que la gente pase una buena tarde.
—¿Y con respecto a sus compañeros?
—Pues poco que hablar. Creo que el cartel es variado. Pienso que cada uno a su manera tiene muchas cosas que ofrecer. Como he dicho antes que la corrida embista, que se deje para todo y cada uno a su manera haga disfrutar a la gente.
—Fandi es un torero poderoso en banderillas, ¿se le puede comparar con algún diestro tanto de ahora como de antes?
—La verdad cuando empecé fue una época muy bonita de toreros-banderilleros, Víctor Mendes, Soro y Luis Francisco Esplá que tenían un repertorio variado y quizás viendolos a todos intente sacar mi forma. Aquí cada uno que diga a quien se parece más o menos.
—¿Qué sueño le queda aún por conseguir?
—Muchos, la verdad es que todavía hay plazas que se me resisten, pero bueno, con todo y con eso uno siempre sueña con esa faena, que aunque una tarde sea redonda, siempre hay algo que mejorar. Todavía quedan cosas, no muy grandes pero poquito a poco.
—¿A usted sí se le puede decir que es profeta en su tierra?
—La verdad que sí, siempre se me ha dado muy bien y siempre me he entregado por entero.
—A la hora de torear, ¿tiene alguna manía?
—Tengo alguna que otra constumbre, más que manía, no demasiado.
—Y por último, ¿cuál cree que es el momento que está atravesando ahora la Fiesta?
—Creo que muy bueno, por la cantidad de toreros que hay, la cantidad de conceptos diferentes del toreo, y la afición está yendo a la plaza.
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