En la pasada feria de Córdoba cortó dos orejas en la corrida de Victorino Martín. Por ello lo han premiado con seis de los trofeos de la feria. Esa tarde fue un revulsivo para su carrera, que comienza de nuevo a lanzarse después de estar unos años con pocos festejos.
Con una gran experiencia a sus espaldas el diestro José Luis Moreno toreará el próximo 12 de julio en la plaza de Manzanares. El año pasado los aficionados lo pudieron ver en las ferias de Tomelloso, con una corrida que no sirvió mucho, y más recientemente en el festival de Alamillo, en el que aunque no obtuvo un triunfo mayor debido al fallo con la espada, su faena será recordada por los presentes. Y es que como torea José Luis Moreno muy pocos lo hacen. Como mece las verónicas y con que calidad torea con la muleta. Es torero de paladares muy exquisitos. Esperemos que este sea el comienzo para verlo con más frecuencia en la provincia al estar apoderado por Paco Barba.
—Importante tarde la del 25 de mayo en su tierra, Córdoba. ¿Qué significó ese día para su carrera?
—Para mí fue uno de los días más transcendentales de mi carrera. Actuar en Córdoba, con la corrida de Victorino, tiene unas connotaciones muy especiales y sobre todo lograr ser el triunfador de la feria, con contundencia.
—Según he leído de los seis trofeos que se han entregado, cuatro se los ha llevado usted.
—Bueno son seis los que me han concedido porque son ocho los que hay en liza para matadores de toros. Los otros dos han quedado desiertos. Siempre son el eco de una actuación.
—Tras cortar las dos orejas en la corrida de Victorino, ha habido un antes y un después.
—Digamos que la repercusión que pueda tener Córdoba no es definitiva en la carrera de un torero. No es como en los triunfos de Madrid, por ejemplo. Sí que ha sido un toque de atención fuerte, sobre todo para mi ya que se han afianzado mucho las posibilidades de cara a esta temporada.
—Este año va a pisar más La Mancha, concretamente, el próximo sábado en Manzanares, una plaza donde sufrió una cornada importante.
—Sí, en mi debut en Manzanares sufrí una cornada. Y bueno ha sido una plaza en la que he vivido un poco de todo. He actuado en dos ocasiones. En mi presentación recibí la cornada y aún así le corte las dos orejas a ese toro que me hirió. Después pude salir a hombros la otra tarde que actué, fue en el 2001. Y ahora es un cartel que me hace mucha ilusión, con muchas posibilidades y con la juventud por delante.
—También hay más contratos para la zona, ¿en qué plazas?
—En Almodóvar del Campo y Villarrubia de los Ojos. Almodóvar es una feria buena y además consolidada desde hace mucho tiempo.
—Ha cambiado de apoderado y desde trabaja con Paco Barba, ¿cómo surgió dicho apoderamiento?
—Paco es una persona a la que conozco hace mucho tiempo. Siempre me ha tratado muy bien y con mucho cariño. Luego este invierno hablando le dije que si podía estar a mi lado. Ahora mismo hemos empezado un camino juntos. De momento va la cosa bien.
—La temporada anterior tenía apoderado.
—No, la temporada pasada no tenía.
—¿Desde cuándo está sin apoderado?
—Desde hace un par de años.
—Son ya 12 años desde que se doctoró, ¿cómo resume su carrera?.
—En esos 12 años ha habido años buenos, en los que he pasado de 40 corridas. He estado en ferias importantes, sobre todo del 98 al 2002. El número de actuaciones hasta ahora mismo por temporada ha bajado, pero lo que sí se ha mantenido siempre mi fidelidad al concepto de hacer el toreo. Durante estos 12 años te aseguro que he crecido como torero. Tanto a la hora de lidiar como a la hora de interpretar he ido siempre a más. Me he mantenido con la afición y la ilusión de poder ocupar el puesto que yo quiero, que es poder estar en todas las ferias importantes.
—¿Qué momento es el que está atravesando José Luis Moreno ahora?
—Ahora mismo, el que anteriormente hemos comentado, que ya son 12 años, que la madurez está. Con 32 años que tengo el cuerpo está preparado para meterlo en el máximo compromiso.
—Habrá aficionados que vean en los carteles su nombre y que no sepan que clase de torero es, ¿cómo les explicaría su estilo?
—Me considero dentro del clasicismo y la interpretación más pura del toreo, quizás lo que he perseguido es torear despacio.
—¿Cree que es tan transparente el vestido de luces como dicen, o se puede encontrar un rinconcito donde no entre nadie?
—Pienso que siempre todas las personas tenemos que tener, sobre todo más los artistas, un hueco para nosotros mismos. Es como las botas de vino, tienen que tener la madre ahí guardada, sin sacarla, para ir refrescando todo el monstruo que vaya entrando. Los toreros actuamos tal como somos pero lo que es la vida interior de la creatividad y de la angustia que puedas tener por tu profesión y por tu vida debe permanecer. Para mí es la base que luego puedo esperar para poder expresar.
—¿En qué sueña José Luis Moreno?
—Cada vez sueño menos. Vivir el día a día y sobre todo disfrutar de lo que te ofrece la vida. Me haría ilusión hacer una temporada de feria en feria importante. He rozado con las manos en alguna ocasión pero me gustaría que sucediera.
—¿Qué es lo más importante para usted?
—Ahora mismo lo más importante en mi vida son mis hijos. Desde que soy padre, mis hijos son la prioridad máxima. Y luego, por supuesto una cosa que es vital para mí, es mantenerme tanto personal como profesionalmente a un nivel máximo y procurar estar a la altura de las circunstancias, cuando lo consigo me hace sentirme bien. Cuando no lo consigo me hace perder la ilusión.
—¿El temple es lo máximo del toreo?
—El temple es indicativo de muchas cosas. Es indicativo de que tienes valor, de que tienes buena técnica, de que tienes en ese momento buena disposición, porque para torear muy templado a un toro, primero hay que permanecer con el cuerpo en su sitio y luego tener la mente despejada. Digamos que es significativo de todas las cualidades que pueda tener un torero es la fundamental.
—Y con qué se expresa mejor con el capote o con la muleta?
—Siempre he sido mejor muletero, pero de un año a esta parte he podido disfrutar con el capote. Y he toreado toros muy bien con el capote. De hecho este año es el tercer año consecutivo que toreo en la feria de Córdoba y me llevo el mejor trofeo de capa de la feria, y toreo con las figuras del toreo. En Málaga tambiénhe conseguido algún trofeo de capa de la feria. Saber también llevar lo que hacía bien con la muleta al capote.
—¿Se considera un torero de arte?
—No, no creo. Me considero un torero, sin ser vanidoso, un torero que torea bien. Prefiero eso a lo de los toreros de arte.
—¿Con valor?
—El suficiente para torear bien. No soy un torero con un valor desbordante pero siempre lo he tenido, siempre para poder afrontar los retos. Sobre todo para poder afrontar los retos y ponerme delante de un toro para torear. Porque para colocarte bien delante de un toro y hacerle tienes que tener la mente muy despejada y el cuerpo muy dispuesto al compromiso.
—Y por último, ¿los esfuerzos se verán recompensados este año?
—Yo no creo las cosas tan a corto plazo. Ahora mismo lo de Córdoba pero sí que he encontrado recompensas, tanto en contratos como esas miradas que se han vuelto a fijar en mí. Con toda la experiencia que tengo, son más de 300 corridas de toros las que tengo a mis espaldas, no creo que cambien las cosas. Pero sí creo que al año que viene me puede llevar a un sitio muy bueno, si Dios quiere. Este año que dentro de poco pueda considerarme comercialmente a la misma altura que tuve yo.
—¿Y qué pasó en esos años que no le contrataron?
—Bueno un cúmulo de circunstancias. Hubo algún momento que pasé una mala racha con la espada. Hubo toros que toreé bien, pero no les cortaba las orejas, eso fue determinante. Y algún cambio de apoderado.
Preparado
La madurez está. Con 32 años que tengo el cuerpo está preparado para meterlo en el máximo compromiso
sueños
Cada vez sueño menos. Vivir el día a día y sobre todo disfrutar de lo que te ofrece la vida
Temple
El temple es indicativo de muchas cosas. Es indicativo de que tienes valor, que tienes buena técnica...
—Arte—
No se considera un torero de arte, pero los aficionados que lo ven dicen que lo tiene
—Valor—
Tiene el necesario para estar delante de la cara de los toros, sobre todo de los victorinos
—Torear—
permanecer con el cuerpo en su sitio y luego tener la mente despejada
—Madurez—
Hace 12 años que tomó la alternativa y ahora mismo se encuentra en un momento de madurez
—Esfuerzo—
El esfuerzo puede volver a brindarle la oportunidad de estar en ferias importantes
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