El diestro extremeño Miguel Ángel Perera debutará en Ciudad Real, en la corrida de Beneficencia, su éxitos durante toda la temporada le hacen venir muy ilusionado para abrir esa puerta grande tan ansiada por todos los toreros que pisan su albero.
M añana puede ser una tarde importante para la afición de Ciudad Real, pueden ver el mejor toreo de Miguel Ángel Perera. Este diestro está atravesando un gran momento. Prueba de ello son sus triunfos tanto en Madrid como en Sevilla.
—Enhorabuena torero por los éxitos cosechados esta temporada, si importante fue Sevilla, más aún Madrid.
—Sí la verdad que muy importante el triunfo de Madrid por supuesto, ha venido en un momento extraordinario y además una temporada que está viniendo cargada de triunfos. Es lo importante y digamos que era lo que me hacía falta. En este caso me ha servido para refrendar lo que estaba haciendo en otras plazas.
—¿Cómo definiría el estado en el que se encuentra?
—Es difícil porque si me pongo una definición, me pongo una limitación. Y no me gusta ponerme limitaciones. Ahora mismo estoy disfrutando mucho. Así es como estoy saliendo todos los días a la plaza, a disfrutar, a hacer el toreo e intentar de todos los modos cumplir las expectativas y la confianza que he despertado.
—Su vida ha cambiado de un año para atrás. ¿La base de ese cambio consiste en tener a su lado a un apoderado que ha sido un gran torero?
—Pues no sé sidecirte que es el hecho de que ha sido torero o no. El caso es encontrar a esa persona que tenga una visión de la Fiesta, de la profesión, de la vida, similar a la tuya y que te pueda ayudar a mejorar en la medida de las condiciones y virtudes que tú tengas. También está claro que si uno no pone de su parte difícilmente puede mejorar y puede superarse. Es cuestión un poco de equilibrio de la persona; uno que intenta enseñar y otro que intenta aprender y los dos van unidos por el mismo camino.
—Mañana va a torear en la corrida de la Beneficencia, ¿qué espera de esa tarde?
—Que sea una tarde llena de triunfos como muchas de las que están siendo esta temporada. Porque Ciudad Real también me puede ver en plenitud y pueda ver al mejor Perera.
—El ganado sobre el papel es de garantía, pero en Sevilla, su última tarde, no tuvo toda la calidad de otros años, ¿qué cree que puede pasar?
—Ahora mismo nadie sabe. El ganadero cría los toros con la mayor ilusión del mundo. Está claro que es evidente que en Sevilla ha tenido un fracaso, pero no quiere decir nada. Sigo confiando en la ganadería de Juan Pedro , es una gran ganadería de muchos años y por el hecho de que en dos corridas no le hayan embestido no quiere decir que no le embista ninguna más.
—Y sobre sus compañeros que me puede decir.
—Creo que está más que dicho, todo el mundo los conoce y saben la clase de torero que son cada uno de ellos.
—Cree que es Ciudad Real una plaza en la que se necesita ver torear de verdad para que la afición vuelva a ir a los toros. ¿Con su toreo volverán?
—Es complicada la pregunta. Los que vayan ese día podrán verme y los que no vayan se lo perderán. Esta claro que voy a llegar a Ciudad Real con toda la ilusión y la moral a tope, por seguir dar las tardes de toros que estoy dando y por salir triunfador de la tarde. Lo que vaya a pasar nunca se sabe.
—En tardes importantes, ¿cómo vive el día de antes?
—Muy tranquilo la verdad. Intento afrontar cada tarde con mucha tranquilidad, como un día más sabiendo que me tengo que poner un traje de luces y enfrentarme a un toro y a un público. El resto de las cosas es presionarte y ponerte responsabilidad, cuando creo que el toreo para los que somos toreros tiene que ser algo natural.
—Usted es un torero responsable, ¿hasta dónde llega esa responsabilidad?
—Hasta cierto punto de que los toreros, o yo por lo menos, considero que me debo a un público y que ese público es el que debe, si yo le doy motivos, apoyarme y empujarme a seguir creciendo.
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