Aníbal Ruiz celebrará sus diez años de alternativa con la afición que tanto lo quiere, que no es otra que la de Ciudad Real. Va a salir a darlo todo, puesto que tiene más ilusión si cabe que cuando empezó .
Un feeling especial es el que tiene Aníbal Ruiz con el público de Ciudad Real, tal vez esa conexión se produjo el día que tomó la alternativa en este coso y fue cogido por un toro de Miura. Esos detalles, como dice el propio torero, no se llegan a olvidar nunca. Y es que los toreros son personas como cualquier otra, aunque tenga ese halo especial que les da un misterio, que muchas veces es difícil adivinar lo que les pasa por la memoria. Pero aún así se les valora y respeta. Hoy Aníbal Ruiz saldrá como cada tarde a dar la cara. A recibir el cariño de ese público, el suyo. Al que cree que nunca podrá devolverles el mismo cariño que le muestras. Aunque yo pienso que sí, que ya lo hace. Y es que cada tarde que torea en el coso de la capital sale con honestidad. Como lo tiene que hacer un torero.
—Hace 10 años que tomaste la alternativa en este mismo coso, ¿qué va a suponer para usted hacer el paseíllo hoy?
—Va a ser un cúmulo de sensaciones, de recuerdos... Muchísimas cosas gratas. Son ya 10 ferias las que voy a hacer el paseíllo en esta feria, y la verdad es que me hace muchísima ilusión. Me ha pasado de todo, sobre todo cosas muy buenas, me da mucha alegría que después de 10 años siga con la misma alegría que ese día que lo hice.
—Un compromiso con la afición.
—Con la afición de Ciudad Real el compromiso es eterno. Todo lo que me ha dado pienso que no se lo podría devolver. Lo único, siempre, dejar mi persona y dejarme la piel como cada vez que he salido en Ciudad Real.
—¿Qué me puede decir de las dos ganadería que va a lidiar?
—En principio no voy a lidiar ninguno de los toros que iba a lidiar. Mato el de Samuel Flores y Couto de Fornilhos en lugar de Peñajara. Según me habían dicho mataba Cuadri en lugar de Samuel. Vienen ganaderías muy importantes. Con el toro que tenga delante trataré de darle a cada uno lo que necesite. Sobre todo poder expresarme con ellos y poder dar una buena tarde de toros. También al ser una corrida concurso hacer las cosas correctamente como hay que hacerlo en los primeros tercios.
—¿En qué ha cambiado el Aníbal Ruiz de hace 10 años al de ahora?
—No lo sé. Ahora conozco muchas cosas técnicas que antes desconocía. He pasado momentos de todo tipo. Pero ahora mismo estoy en un momento en el que me apetece mucho torear y más el sábado. Por los recuerdos que tengo cada vez que piso la plaza de toros de Ciudad Real. Tengo ganas ya de hacer el paseíllo.
—¿Cómo es el público de Ciudad Real con usted?
—Que te voy a decir. Conmigo siempre ha sido buenísimo. Tengo una relación con Ciudad Real que puede incluso denominarse de buen feeling. El paseo sobre todo en tardes muy duras me han demostrado su apoyo. Y no sólo cuando las cosas han rodado bien. Luego hay detalles que se te quedan grabados. Como por ejemplo hace diez años cuando la cogida del toro de Miura, se quedó el ruedo lleno de gente hasta que salí. Me acuerdo que salí mirando por la ambulancia, y aquello me impresionó mucho. Desde ese día, me atrevo a decir que es como si me hubiesen adoptado. Si puedo decir y como te he dicho a lo primero, que nunca, por mucho que me juegue la vida, les podré pagar el cariño que ellos me dan.
—¿El sacrificio es el bastión de su carrera?
—Hay momentos que sí que te tienes que sacrificar. Yo concibo el toreo como una carrera muy seria y una forma de vivir, soy torero todos los días del año, aunque los días que no toreé también soy torero. Entonces hay momentos que sí te tienes que sacrificar. Yo he sacrificado toda mi juventud y no me pesa por ser torero. Hay que estar preparado, vivir para el toro y dedicarle todas las horas.Como es una pasión es menos sacrificio.
—Y por último, ¿tiene algún anhelo de estos tiempos pasados?
—Me gustaría cuajar un toro muy bien como yo sueño. Cuajarlo y matarlo por arriba, y sí es en Ciudad Real pues mejor.
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