Aníbal Ruiz presentó el pasado domingo a su nuevo apoderado, Juan Gómez Bejarano, y para la ocasión se encerró en el campo, donde mató dos toros a puerta cerrada.
El diestro alcazareño Aníbal Ruiz cuenta con nuevo apoderado. Será Juan Gómez Bejarano quien se haga cargo de su carrera. El pasado domingo lo presentó a los medios de comunicación y a los miembros de su peña. Para ello se encerró en el campo, donde mató dos toros a puerta cerrada.
La plaza de tientas de la finca Las Cuadrillas, propiedad del banderillero Óscar Castellanos, fue testigo de la preparación del torero Aníbal Ruiz. De cómo se ha preparado día a día durante el invierno para poder enfrentarse a sus enemigos. En esta ocasión fueron dos machos de la ganadería de Javier Gallego, vacada que pasta en pleno Valle de Alcudia, concretamente en Puerto Pulido.
Primer contacto
Desde un primer momento se pudieron observar las ganas con las que Aníbal Ruiz cogió el capote, pero sus ganas se estrellaron puesto que el toro no embistió con la nobleza que le ofrecía el percal del diestro de Alcázar de San Juan.
En el caballo se empleó aunque no le quisieron dar mucho para que pudiera aguantar con la muleta. Aunque las embestidas con la franela tampoco fueron buenas, sin ligar los muletazos. Las tandas fueron de uno en uno, y el diestro sin poder entregarse, puesto que en lugar de ir al cite de la tela, iba al cuerpo del matador.
A la hora de entrar a matar, dejó una estocada casi entera. También quiso probarse con el descabello, todo vale para prepararse a fondo para esta próxima temporada en la que se le augura un buen año.
Mejor condición
Su segundo oponente tuvo mejor condición aunque el viento molestaba un poco. Ya se sabe que este fenómeno meteorológico es el gran enemigo de los toreros. Se esperó un poco a ver si dejaba de soplar. Momento que aprovechó Aníbal Ruiz para cambiar impresiones con su apoderado, Juan Gómez Bejarano, que estaba en el palco viendo a su poderdante como se enfrentaba a sus enemigos.
Con el capote se sintió un poco más, puesto que el de Javier Gallego embestía de otra manera.
También se empleó bien en el caballo, y con la muleta hubo momentos en los que se sintió. Este segundo ejemplar le sirvió mucho para su preparación.
Al final de la faena se escuchaban unos profundos “bien” porque los presentes se dieron cuenta de la labor que estaba haciendo este joven torero.
Con la espada estuvo muy certero, dejó una estocada en todo lo alto. Aunque el toro cayó quiso seguir practicando con el descabello.
Al final, Aníbal Ruiz comentó con su cuadrilla las sensaciones de sus dos faenas.
Nueva andadura
La temporada 2009 comienza con gran ilusión para Aníbal Ruiz. Se cumple su undécimo año como matador de toros. Para ello quiere volver a pisar el albero de la plaza más importante del mundo, Las Ventas. En esas gestiones anda su nuevo apoderado, Juan Gómez Bejarano, que luchará por su poderdante. No en vano sabe de la calidad de este torero, y como aval tiene la oreja que cortó hace unos años en dicha plaza.
Para Aníbal sería importante volver a hacer el paseíllo en esa plaza y cortar las orejas, un triunfo importante como el de Madrid le serviría para lanzar su carrera.
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