Aunque Milagros tenía tres hijos, a muchos otros nos ha tratado como si lo fuéramos. Siempre que íbamos a verla, las puertas de su casa estaban abiertas. Te atendía con un gran cariño, y eso es lo que hace grande a las personas. Gente así no se deberían ir nunca. Aunque la vida es así de dura y nos arrebata a los seres que más queremos, tenemos que mirar para adelante. Seguir luchando, sobre todo su marido Félix. Él la quería con locura, lo mismo que sus hijos, Santiago, Elvira y Félix Jesús, y que decir de su nieto Santiaguito. Todos ellos seguirán recordándola y haciendo eso que tanto le gustaba a Milagros.
Va por ti Milagros que allá donde te encuentres sigas velando por nosotros.
Mi más sentido pésame, para Félix Jesús, y toda su familia, y en estos momentos tan duros,que sepa que tiene mucha gente a su lado. Un abrazo. Manolo
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