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04 abril 2009

«Antes quería triunfar a toda costa, aunque traicionara mi personalidad»

Matías Tejela es uno de los toreros con un gusto exquisito a la hora de interpretar el arte de Cúchares. Gusta mucho al aficionado que ocupa los tendidos de los cosos por esa personalidad que desarrolla en el albero. Hace un mes tentó en la finca de Pinos Bajos en Fernán Caballero, donde se pudo comprobar el buen momento que atraviesa el madrileño. Esta entrevista se realizó antes de su actuación en Castellón el pasado 16 de marzo, donde cortó una oreja en el cuarto de la tarde. Ese toreo de poso y profundidad del que nos habla Tejela durante la conversación se verá esta temporada.

—¿Cómo tiene planteada la temporada?
—En principio bien, acabo de llegar de Colombia, que se ha dado muy bien. Toreo el 16 de marzo en Castellón, una corrida de Fuente Ymbro. Me gusta mucho el cartel y la corrida sobre todo, le doy la alternativa a un chico de allí de Castellón. Es la primera alternativa que doy. Voy a Sevilla el 1 de mayo, con otra de Fuente Ymbro, en farolillos. Están saliendo corridas para más adelante. Estamos en conversaciones para Madrid. En general bien porque ves que vas a torear.
—¿Cree que los triunfos del año pasado están dando su fruto ahora?
—Sí, sí. También el estado de forma en el que me estoy encontrando. Porque estoy bastante bien. El año pasado cree buen ambiente al final de temporada, es positivo para empezar. La verdad que contento.
—¿En qué cree que ha mejorado desde que tomó la alternativa?
—Sobre todo creo que en el poso y la despaciosidad. Antes quería triunfar a toda costa, aunque me costara el traicionar mi personalidad. Ahora estoy buscando ese poso, más profundidad, más despaciosidad en mi toreo. Creo que lo estoy consiguiendo.
—¿Con qué se siente más a gusto, cuando lo hace con el capote o con la muleta?
—Con la muleta y con la mano izquierda en particular. En esa fase es donde más a gusto me encuentro desde pequeño. En las novilladas cuando me salía un toro complicado, me echaba la muleta a la mano izquierda, porque me sentía más poderoso. La verdad que me siento muy a gusto toreando con la izquierda.
—Aquí en Castilla-La Mancha, sobre todo en la provincia de Ciudad Real ha toreado mucho.
—Sí
—¿Cómo es el público? ¿Es diferente al de otras plazas? ¿Tiene algo de especial que haya notado usted?
—Le gusta el toreo bueno. La verdad, he tenido mucha suerte en la zona de La Mancha, estoy muy vinculado a ella, porque vengo mucho, somos vecinos. Cuando he toreado por aquí siempre se me ha dado muy bien. Además he toreado en capitales y en muchos pueblos, en Piedrabuena, Bolaños, Albacete, en Ciudad Real he estado anunciado pero no he toreado.
—El cartel ese ...
—Polémico, ¿no?
—Sí, el de la nube en el ojo, ¿verdad?
—Había toros con una nube en un ojo, otros cojos, y tal. Decidimos no torear. Parece que siempre ha habido problemas empresariales en Ciudad Real, al final a ver si toreo algún día. La verdad es que siempre me han tratado muy bien aquí y les gusta mucho mi forma de torear en esta zona.
—El año pasado, quiero recordar una faena extraordinaria a un toro de Alcurrucén en Almodóvar, al final de temporada
—Sí.
—¿Cree que era de indulto?
—Tampoco lo prodigué mucho, porque no estaba muy contento porque le había cogido a un banderillero mío, el toro, que además es amigo mío. Le pegó una cornada en el gemelo. Creo que sí, fue un toro muy bueno. Cuando cogí la espada de matar, Juan Bautista que había indultado el anterior, le dije: esté sí que es de indulto. Se lo dije, y si me hubiera ido de largo, el toro se hubiera indultado. Pero preferí matarlo y cortarle las dos orejas. Fue una faena de mucha alegría, muy profunda y muy de verdad. Creo que ha sido el toro que más a gusto he toreado. Sino ese, otro que toreé en Alfaro y otro que toreé en Madrid. De los toros que más a gusto toreé la temporada pasada. Y muy contento.
—Me está hablando de esos toros con los que se ha sentido a gusto de verdad toreando, pero también habrá habido alguno malo, ¿lo recuerda?
—Hace cuatro o cinco días, iba a matarlo, pero al final no pude matar, un toro en Francia, muy malo, muy malo, que le pegué diez muletazos corriendo. Si hubiera tocado ese toro en una plaza, creo que hubiera sido de bronca, y división de opiniones, una de mi padre y otra de mi madre, como dicen. Ese toro había sido muy malo. Lo que intentas con un toro malo es enseñarle a la gente que lo es, cuanto antes sin que te coja, enseñárselo y que ellos lo vean. Hay veces que lo consigues y otras que no.
—¿Con la espada cómo se encuentra?
—Bien.
—¿No ha tenido problemas nunca? —Sí he tenido problemas. Siempre todos los toreros tenemos algún problema. Pinchamos a ese toro que era de orejas. Por recordar, algún toro que he pinchado en Madrid. Un toro que pinché en Sevilla. Sobre todo esas dos plazas me hubieran dado mucho más. Intento tener regularidad y matar bien los toros. Hay veces que se consigue y otras que no.
—También dicen que el mundo del toro es muy injusto. ¿Con usted lo ha sido?
—El mundo del toro es bastante duro. Como en todas las cosas, hay veces que te sientes un poco incomprendido. Que del todo no se valora lo que haces. Creo que pasa en todo en general. En mi caso, creo que ha habido veces que sí, veces que no. Creo que se podían haber portado mejor conmigo las empresas y la prensa, algunas veces.
—Hay veces que hacemos daño sin darnos cuenta, metámonos todos.
—Sí. Hay veces que dándose cuenta también lo hace la gente.
—Eso ya es peor.
—Sí, pero bueno, aprendes a llevarlo y lo llevas lo mejor posible.
—He visto que tiene algunas manías, como por ejemplo colocar la muleta en la tapia en el tentadero. ¿Aparte de esa tiene alguna en la plaza? o ¿No son manías?
—Intento no ser maniático, porque sino desde que te levantas empiezas a tener manías. Las manías tontas que tengo siempre me las intento quitar. Si te levantas con el pie derecho, te tienes que lavar con no sé qué, empezar a vestirte con el pie derecho. No, intento no tenerlas, intento tener mi forma de pensar. La muleta la giro para que el vuelo cuando toreo con la mano izquierda, esté para atrás, no es una manía.
—Es para acompañar el muletazo y que quede más bonito.
—Eso es, por ejemplo. Pero prefiero no tenerlas.
—Y por último, ¿qué le falta a Matías Tejela para triunfar?
—Creo que la materia prima en mi caso, que soy yo, está bien. Está en un buen momento físico y psíquico. Con oficio, ya han pasado unos años, estoy más maduro. Creo que lo que falta es que me embista algún toro, que yo esté a la altura y que demuestre lo que llevo adentro. Que esté a gusto, que salga todo bien y lo mate. Que se rentabilice luego en los despachos. Creo que cuajar cuatro o cinco toros en los principios este año, será muy importante para mí. Porque me daría a mí moral y ya conseguiría enganchar ese tren que hace tiempo, no es que se me escapara, pero sí que lo dejé ir un poco.
—Que sea en Castellón, Sevilla y Madrid.
—Muy bien, esperemos.


—Poso—
Los años le han otorgado el poso que su toreo necesitaba desde que comenzó

—Preparación—
Tanto física como Psíquicamente se encuentra tejela esta temporada

—Al natural—
El mejor toreo que sabe realizar el diestro madrileño es de la mano izquierda

—Injusticias—
El mundo del toro es bastante duro, incluso hay veces que te sientes incomprendido