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18 mayo 2009

Triunfal doctorado del toricantano Lamelas

El escalafón superior cuenta con un nuevo matador de toros: Alberto Lamelas, que se doctoró el pasado viernes en el coso madrileño de Valdemoro, de la mano de Javier Valverde y Eduardo Gallo. Su actuación se puede calificar de sobresaliente.

Uno de los días más especiales e importantes en la carrera de un torero es el día de su doctorado. Así fue para Alberto Lamelas el pasado viernes, cuando tomó la alternativa. Muchas eran las dudas de si iba a poder doctorarse con todos los galones, ya que iba con una lesión importante. Tenía roto el cuarto metacarpiano de la mano derecha. Para Lamelas no iba a ser ningún impedimento el poder torear y matar con la diestra, ya que estaba muy mentalizado y sabía que su lucha tenía que obtener recompensas el día ocho de mayo. Como así sucedió.
Pocos son los matadores que dejan elegir el toro de su alternativa al toricantano. Sin embargo, Javier Valverde quiso otorgarle ese honor a la Lamelas, y fue su cuadrilla quien eligió a “Vistelero” marcado con el número 8, de la ganadería de Araúz de Robles. Tuvieron buen ojo en la elección, ya que el burel permitió que Lamelas disfrutara con él, al igual que lo hizo el respetable.

La alternativa
Con una larga cambiada recibió Alberto Lamelas al toro de su alternativa. “Vistelero” respondió al saludo que le ofreció el torero con su capote, cogiéndolo con alegría, y sin irse como si nada. Continúo embistiendo en el fajo de verónicas que le presentó con el percal, rematando con una media. Tras la ceremonia de cambio de trastos y las palabras del padrino al toricantano, se procedió al brindis, en esta ocasión uno muy especial, no podían ser para nadie mejor que sus padres. En los medios citó al burel para darle un pase cambiado por la espalda demasiado ajustado. Continuó con la derecha siendo el temple la clave de la faena. Dos tandas por la derecha que calaron en el tendido. Aunque el momento de mayor lucimiento y emoción llegó con el toreo al natural de Lamelas, donde la profundidad y la hondura fue la base de sus tandas. Al final el cornúpeta quedó rendido en la muleta del toricantano y tuvo que arriesgar Alberto metiéndose en los pitones. Mató de una estocada un pelín desprendida con la que consiguió cortarle las dos orejas.
Al sexto lo recibió con gran temple toreando a la verónica y abriendo el compás. No fue nada fácil este ejemplar de Araúz de Robles, pero el diestro estuvo muy valiente porque en más de dos ocasiones le avisó de que por ahí no tragaba los muletazos. La constancia y el tesón de Lamelas hicieron que lo metiera en el canasto dejando muletazos de gran calidad por el pitón más potable del astado. Mató de media estocada.

el padrino
Una pena fue lo de Javier Valverde en su primero, el segundo de la tarde, que nada más coger la muleta se partió la pata y tuvo que utilizar el verduguillo antes de lo pensado. De gran belleza fue el saludo que realizó con el capote saludando a la verónica y rematando con dos medias de buena factura y revolera.
En el cuarto de la tarde pudo quitarse la espinita Javier Valverde y pasear dos orejas para salir a hombros con sus compañeros de terna. Mucho temple en el saludo capotero para un toro flojo desde su salida. Intentó hacer un quite por chicuelinas y el burel besó la arena, con lo cual tuvo que desistir. En los medios y de rodillas citó a su enemigo en el comienzo muleteril. Faena con interés la que realizó el salmantino donde lo mejor llegó al final, en la última tanda donde dejó una trinchera de cartel de toros. Pinchó para después dejar una estocada.

el testigo
Eduardo Gallo no se dejó ganar la partida y salió con muchas ganas en el tercero, un toro muy flojito y soso. Lo saludó a la verónica para posteriormente realizar el quite con chicuelinas muy ajustadas. Con la franela poco pudo hacer puesto que no embestía con mucha decisión, se quedaba corto en mitad del muletazo. Mató de estocada.
Lo mejor de Gallo llegó en el quinto. Siempre se ha dicho que no hay quinto malo. Pues en este caso el refrán obró a favor del salmantino. Lanceó a la verónica con gran cadencia y lentitud, meciendo muy bien la embestida del burel, rematando con una media a pies juntos. Lo llevo galleando por gaoneras. Ya en el último tercio supo aprovechar muy bien el pitón derecho de su enemigo, instrumentando series largas y ligadas. Al natural también demostró su toreo y por el buen momento que atraviesa. Rubricó su obra con una estocada en todo lo alto que le sirvió para cortar dos orejas.

Ficha del festejo
Ganadería: se lidiaron seis ejemplares de Araúz de Robles de juego desigual y con el defecto de quedarse cortos en el último tercio.
Javier Valverde: silencio y dos orejas
Eduardo Gallo: oreja y dos orejas
Alberto Lamelas: que tomaba la alternativa, dos orejas y oreja.
Aforo: la plaza registro tres cuartos de entrada en tarde calurosa.


Alberto Lamelas
matador de toros
“Significó un día muy importante en mi carrera, la recompensa a tantos años de lucha”
—satisfacción—
“Ha sido un triunfo que moralmente me va a servir mucho”

—A hombros—
La terna salió a hombros a pesar de que el ganado no reunió muchas condiciones

—Lesión—
Alberto Lamelas tomó la alternativa con el cuarto metacarpiano roto

—Temple—
La tarde estuvo cargada de gran temple por parte de los tres espadas

—Elección—
Javier Valverde dejó elegir el toro de su alternativa a Alberto Lamelas