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24 septiembre 2009

Tarde tormentosa tanto en el ruedo como en el tendido

Finito de Córdoba mostró dos versiones muy diferentes de lo que es andar en el ruedo. Francisco Rivera Ordóñez anduvo de director de lidia toda la corrida, y eso que estaba anunciado en segundo lugar. El Fandi fue el triunfador numérico.

no era un día muy propicio, pero el pueblo de Almodóvar del Campo tenía hambre de toros. Máxime cuando el día anterior se había suspendido el primer festejo de su Feria Taurina. En el cartel estaban anunciados tres toreros de mucho tirón popular como son Finito de Córdoba, Rivera Ordóñez y El Fandi. Y el resultado se vio en el tendido, casi lleno, a pesar del mal tiempo que hacía la gente no quiso faltar a la plaza para contemplar el toreo de la terna. Paraguas e impermeables era la estampa de los abarrotaros tendidos del coso portátil.
Minutos antes de hacer el paseíllo el agua que caía en la plaza era torrencial, aun así los tres espadas decidieron tirar para adelante y torear, ya que no querían dejar a los aficionados sin festejo. El albero no estaba impracticable por lo tanto, con el retraso típico de la decisión de si suspender o no, dio comienzo la corrida.
Abría cartel Finito de Córdoba, que estuvo con mucha precaución en el primero, alegando al final de su lidia que el toro no veía por un ojo. Con esa excusa dejó de entrar a matar, ya que había marrado en tres ocasiones. El público muy enfadado, y con razón por el espectáculo tan deplorable que estaba contemplando, lo abroncó. Tuvo que poner orden Rivera Ordóñez pidiendo a la presidencia que apuntillaran al astado. Y el problema de todo es que el toro se defendía demasiado. En el caballo lo destrozaron dándole tres puyazos, y luego no sirvió en la muleta.
Sin embargo, en su segundo la cosa cambio, y se vio otra versión diferente de lo que es El Fandi. Verónicas de buen gusto fueron las que le imprimió a este cuarto ejemplar. Con la muleta el comienzo también fue de sabor inigualable, pero el resto de la faena fue bajando de decibelios. Mató de estocada caída, recibiendo recado de la presidencia. Al recibir el trofeo de manos de la alguacililla, saludó desde los medios sin dar la vuelta al ruedo.

Rivera Ordóñez, a apaciguar
Como la tarde estaba calentita Rivera Ordóñez quiso apaciguar al público. Salió con ganas y de una larga cambiada recibió al segundo de la tarde, para continuar toreando a la verónica. En el tercio de varas al toro le dieron un fuerte puyazo. En el último tercio realizó una faena basada en ambas manos. Tuvo mucho aguante Rivera Ordóñez ya que el astado se quedaba corto al final de la faena. Mató de estocada caída y descabello.
Al quinto lo recibió flexionado, en uno de los lances el astado clavó los pitones en la arena y se dio una costalada. A pesar de que ese golpe mermó las facultades del toro, se le dio un fuerte puyazo. Para la muleta no le sirvió, demostró que no tenía la raza suficiente de bravo.
Mató de media estocada trasera.
Al tercero de la tarde lo recibió David Fandila con verónicas cerca de las tablas, combinándolas con chicuelinas y revolera. En el segundo tercio El Fandi mostró su lado más popular clavando tres pares, siendo el último al violín, y parando al toro en los medios. Faena de altibajos por la condición del animal que en algunos momentos de la lidia ha intentado coger al diestro, pero los reflejos de El Fandi son muy grandes y evitó que el pitón rozara su cuerpo. Mató de estocada.
Al que cerraba plaza lo saludó a la verónica, llevándolo al caballo galleando por chicuelinas. De nuevo el espectáculo en banderillas. En esta ocasión pidió un sombrero a una de las aficionadas que estaba en el tendido para poner el último par con el sombrero en la mano y después intentar ponérselo al burel. Puro espectáculo en movimiento. Para que hablar del tercio de muleta, si estuvo enfandilado por ambos pitones y metiéndose al respetable en el bolsillo.
Mató de estocada tendida y trasera, saliendo a hombros de la plaza portátil de Almodóvar del Campo.

Ficha del festejo
Ganadería:
Se lidiaron seis astados de la vacada de Martín Lorca, bien presentados y de juego desigual
Finito de Córdoba:
bronca y oreja tras aviso
Eugenio de Mora:
oreja y silencio
David Fandila ‘El Fandi’:
oreja y dos orejas
Aforo:
La plaza registró casi lleno en los tendidos, en tarde desapacible en cuanto a lo atmosférico.