16 septiembre 2010

Medio siglo sin “El Príncipe del Toreo”

Hace unos días se cumplía el 25 aniversario de la muerte de José Cubero ‘Yiyo’ en la plaza de toros de Colmenar Viejo, y ‘El Día Taurino’ no quería pasar por alto esta fecha para rendirle su particular homenaje a este gran torero.
Fe un 30 de agosto, allá por el año 1985, cuando se escribió la historia más dura del toreo. Cuando ‘Burlero’ creaba el mito. Ese mito es José Cubero ‘Yiyo’. Un joven de tan sólo 21 años que cuando realizó su mejor faena pasó a la historia. Estaba en un momento cumbre.
Aún se me pone el vello de punta cuando a mi mente viene el reflejo de esa mirada perdida. De esa mirada que sabía que había llegado su hora. De ese hombre que tuvo la serenidad de en el último halo de su vida decir a su banderillero “Pali, este toro me ha matado”. Esas fueron las últimas palabras de El Príncipe del Toreo. En todo momento fue consciente que su final había llegado. Como lo intuyera y así lo dijera en una entrevista antes de morir. Sabía que un toro le iba a quitar la vida, y así sucedió.
Se cumplen ahora 25 años de la muerte de El Príncipe del Toreo. 25 años privados de un gran torero. De una figura del toreo. Tuvo que ser ‘Burlero’, de la ganadería de Marcos Núñez, el que le arrebatara la vida. Propinándole una cornada que llegó al corazón del joven diestros.
Paradojas del destino. José Cubero no estaba anunciado en Colmenar Viejo. Lo mismo pasaba con ‘Burlero’, que no estaba dentro de los toros reseñados para esa tarda. El destino, a veces cruel, quiso que ambos se enfrentarán, que ambos perdieran la vida en el mismo instante. El uno entregándose a la muleta de ‘Yiyo’ y ‘Yiyo’ firmando la mejor faena, rubricada con una estocada de muerte. La misma que hizo que ‘Burlero’ arremetiera contra él, haciendo caso omiso de los capotes que se mostraban para que dejara al joven torero. Pero ‘Burlero’ quería a ‘Yiyo’ y en el suelo fue donde le clavó el pitón izquierdo y lo levantó. Dos segundos eternos que permitieron que el pitón tocara el corazón del diestro y con ello que la vida se le fuera en la plaza.
El comediógrafo griego Meandro dijo: “Aquel a quien aman los dioses muere joven”. Debía ser que José Cubero ‘Yiyo’ era muy amado por los dioses, puesto que a los 21 años abandonó todos sus sueños, dejando destrozada a su familia.

Su toreo
José Cubero ‘Yiyo’ era un joven que vivía por y para el toro. Siempre decía que quería “ser el toreo de Madrid, no un torero de Madrid”. Gran diferencia de matiz, de ser el torero, puesto que eso es sinónimo de ser el mejor, que a fin de cuentas es con lo que soñaba ‘Yiyo’. Con convertirse en una figura del toreo. Y lo estaba consiguiendo, hasta que se cruzó ‘Burlero’ en su camino ese 30 de agosto de 1985, en la plaza de Colmenar Viejo.
No sólo se ha convertido en leyenda por haber muerto en el ruedo por una cornada de un toro, sino por ser el torero que ha dado muerte a dos toros asesinos. El primero fue ‘Avispado’, que mató a Francisco Rivera ‘Paquirri’ en Pozoblanco, y el segundo, el que lo mató a él, ‘Burlero’.
La leyenda está escrita, y ‘Yiyo’ seguirá en el recuerdo de los aficionados, tanto de aquellos que tuvieron la suerte de verlo en la plaza, como los que tan sólo lo vimos en imágenes, las que ofrecía televisión española por aquellos entonces.
Recuerdo, aunque era muy pequeña, que ‘Yiyo’ junto a ‘Paquirri’ eran los toreros que me gustaban, tal vez porque eran los que gustaban en casa, y porque el toreo clásico siempre me ha llegado. También me viene a la memoria cuando pregunté a aficionados que por aquella época lo vieron torear, me contaban cómo era como torero, lo que les hacía sentir en la plaza. Mi amigo Antonio Espadas, me explicó que en una feria de San Isidro, estaba haciendo cola para comprar su abono y delante de él estaba ‘Yiyo’, ya era matador de toros, pero no había tenido suerte hasta la fecha, pues le dijo “que sino tenía oportunidades que ya se las darían” y efectivamente, ese año cogió varias sustituciones en San Isidro y triunfó. Y es que Espadas tiene un ojo clínico para eso e intuye cuando un torero va a triunfar antes que los demás. Y no falla. Por lo menos con ‘Yiyo’ no falló, lástima que se truncara su carrera tan pronto, en las mieles del éxito.

1 comentario:

  1. Un mal sabor de boca lo que paso aquel día, ha pasado mucha agua por los ríos pero ese hecho no se olvida.
    Un abrazo

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