Con menos de un cuarto de plaza se celebraba en la localidad de Puertollano, el festejo goyesco con motivo del bicentenario de la guerra de la Independencia.
Un atractivo cartel sobre el papel puesto que luego llega el toro y lo descompone todo, como sucedió con los astados de Sancho Dávila. Un encierro muy terciado, sobre todo los tres primeros, en el que la flojedad fue la nota predominante.
El único diestro que pudo sacar provecho del único toro que sirvió fue Juan Bautista. Siempre se ha dicho que no hay quinto malo, y en esta ocasión así fue. Tampoco es que el astado tuviera muchas virtudes, pero se dejó para que el francés le cuajara una faena en la que consiguió la oreja que le faltaba para salir triunfador de la plaza de toros de Puertollano. En su primero tuvo que aguantarlo mucho y eso fue lo que hizo que el respetable pidiera la oreja tras la estocada.
Uceda Leal paseó otra oreja del primero de la tarde, pero con un toreo poco lucido debido a las condiciones del de Sancho Dávila, pases de uno en uno para que embistiera. El astado se queda a mitad del muletazo. Con su segundo tampoco tuvo suerte, eso sí lo mejor de este torero la suerte suprema.
César Jiménez no tuvo su tarde ni con los aceros ni con los trastos. Sus ejemplares le permitieron poco el lucimiento y él tampoco se confió mucho. Hasta cinco veces entró a matar para que al final el toro se tumbara y tuviera que ser apuntillado. Eso en su primero. En su segundo estuvo un pelín más acertado, pero no le sirvió para arrancar ninguna oreja.
Ficha del festejo
Plaza de toros de Puertollano. Festejo Goyesco. Toros de Sancho Dávila, terciados, flojos y deslucidos.
Uceda Leal, oreja y ovación.
Juan Bautista, oreja y oreja
César Jiménez, ovación
No hay comentarios:
Publicar un comentario