Presentación de la conferencia de las tertulias del Ateneo Taurino

Distinguidas autoridades, presidente del Ateneo Taurino, David Mora, Julio César Sánchez, señoras y señores, aficionados a nuestra querida fiesta nacional, buenas noches.

Como broche final al XXV ciclo los toros en la cultura contamos con la presencia de un torero revelación en la temporada 2011, que no es otro que David Mora.

Podría hablar de estadísticas en la carrera de este matador de toros, aunque no creo que sea la mejor opción para presentar a un torero de la talla de David Mora.

Hace años que lo conozco, por coincidencias de la vida o quizás el destino, en el camino de cada uno se cruzan personas que a la postre te van aportando cosas. Si uno tiene una afición toda su vida confluye entorno a ella. Tal vez muchos de ustedes hago poco que hayan descubierto el toreo de David Mora, pero este joven matador de toros lleva toreando en nuestra provincia varios años, claro que todo ha sido en festivales organizados por su gran amigo Félix Jesús Rodríguez, por Alamillo, Almadén, Guadalmez y Almadenejos es por donde más ha toreado, dejando muestras de su toreo.

Y como bien dice el título que enmarca este ciclo de conferencias “el toreo, arte y emoción” eso es lo que transmite David Mora cada vez que se pone delante de un toro. Es de tal magnitud su toreo, tanto con el capote como con la muleta, que no deja indiferente a nadie, además que poseé un valor sereno que le permite realizar un toreo puro del gusto de muchos aficionados.

Por fin, este año se ha visto reconocido su toreo y muchos empresarios han querido contar con él, puesto que era un gran aval de triunfo para ellos. Su esfuerzo y sacrificio se han visto recompensados, aunque por sus venas no corra la sangre torera de otros matadores, y me refiero al hecho de que no es hijo ni nieto de ningún matador de toros, sino de aficionados taurinos, David Mora ha sabido granjearse un futuro, y a la vista está que será prometedor si sigue como hasta ahora.

Y es que la madera de un torero se vislumbra rápidamente. Recuerdo a un David incansable, un David que no se aburre delante de la cara del toro, un David que ama su profesión por encima de todas las cosas. Y a un David que no le gusta que los animales se vayan con embestidas, ya puede ser un toro o una vaca, las suele apurar, disfrutando y haciendo disfrutar a los presentes.

Presentar a David Mora para mí es un gran honor puesto que es uno de los toreros que me emocionan en el ruedo y me hacen disfrutar, a la vez que hacen que tenga el alma en un vilo. Como he dicho antes es amigo y lo aprecio, por ello quiero darle mi más sincera enhorabuena por la gran temporada que ha realizado. Es un privilegio contar esta noche con su presencia, puesto que ahora su teléfono no para de sonar, cuando se triunfa es lo que suele pasar.

Esta noche no estará solo, le acompaña un compañero y amigo que sabrá sacarle los muletazos más sinceros a David Mora, como es Julio César Sánchez.

Su dilatada profesión le permite saber sacar de cada uno de los protagonistas que entrevista el lado más carismático. Esta noche no será para menos.

Desde 2001 lleva ejerciendo de crítico taurino para el Diario Lanza de la provincia, como en años posteriores lo ha hecho en la revista aplausos, siendo recientemente corresponsal de la agencia EFE y de Radio Nacional de España.


Aparte de sus artículos, crónicas y reportajes, Julio César cuenta en su haber con dos libros. Uno publicado en el año 2008 por la biblioteca de autores manchegos de la Diputación de Ciudad Real, bajo el título “Ganaderías de Lidia en Ciudad Real”, en el que se hace un recorrido histórico por la trayectoria de las distintas explotaciones que crían ganado bravo dentro de los límites de nuestra provincia.

El más reciente es el que ha publicado este año, en el mes de septiembre bajo el título de “Más allá de la plaza; el toro de lidia en Castilla-La Mancha”, en el que se hace un recorrido visual y textual sobre la vida del toro de lidia antes y después de su lidia en la plaza.

Y sin más dilatación les dejo con los protagonistas.