Almodóvar del Campo, con dos tercios de entrada, se ha lidiado un encierro de Zalduendo, terciados y nobles. Destacar 2º y 3º. El peor el 4º.
Miguel Ángel Perera, oreja y ovación
Alejandro Talavante, ovación con saludos en el tercio y oreja
Daniel Luque, dos orejas y oreja.
Un año más esa simbiósis que existe entre Daniel Luque y el pueblo de Almodóvar volvió a surgir. Un año más Luque conquista esa plaza. En esta ocasión llegó la reconquista de este torero en la plaza que tanto lo admira y respeta. Resulta que el respeto es mutúo, puesto que Daniel Luque siente gran cariño por esta afición que desde el primer día lo supo acoger. Y por ello no podía dejar pasar un brindis muy significativo. El brindis a un amigo, a un crítico taurino local, y por ende, a un defensor a ultranza de su toreo: Roberto García-Minguillan. El cual recibió el brindis de su amigo desde la silla de rueda, que le tiene postrado por un accidente casero, y que le impidió estar realizando su labor desde el callejón, como suele hacer. Un triunfo de Luque a lo grande.
A su primero, Luque lo desorejó. Saludó a la verónica ganándole un paso. Quitó por chicuelinas muy ceñidas. En banderillas se desmonteró Abraham Neira. Inició la faena con pases con mucha personalidad. Con mucho temple y empleándose por ambos pitones. Destacando su toreo al natural. Bella trincherilla que caló hondo. Finalizó con luquesinas. Pinchazo y estocada. Dos orejas.
En el que cerraba plaza, con el capote quedó inédito. El toro pronto buscó los toriles, no quiso saber nada de el capote del sevillano. Tras el brindis al compañero de prensa, fue haciendo que el toro amoldara su embestida a los cite con su muleta. Una faena con menos intensidad que la anterior, por las complicaciones que presentaba su enemigo. Pinchazo y estocada. Oreja.
Alejandro Talavante hubiera acompañado a Luque en su salida a hombros sino hubiera fallado con la espada la faena a su primero. Una faena de gran magnitud. Lo recibió a la verónica. Quitó por chicuelinas, verónicas y revolera. Comienzo de faena muy pinturero con mucho empaque. Toda su labor se basó en un gran temple. Lo malo que el fallo con la espada la desdibujó. cuatro pinchazos y dos descabellos. Ovación que recogió en el tercio.
En el quinto de la tarde, en esta ocasión el refrán de no hay quinto malo, no sirvió mucho, puesto que no fue un toro con gran boyantía. Destacaron sus tandas al natural. Mató de estocada tendida y trasera. Oreja.
Miguel Ángel Perera recibió al que abría plaza con verónicas de manos bajas. En el sitio con los pies juntos comenzó la faena. Una faena en la que primaron los muletazos por la espalda combinados con los derechazos y naturales. Un toro de una embestida muy noble que el extremeño supo exprimir. Estocada desprendida y trasera. Oreja.
Al cuarto, un toro que presentó complicaciones, lo recibió a la verónica, arrancándole en varias ocasiones el capote. En la muleta cumplió hasta que se le rajó el toro. Estocada y ovación.
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