El diestro de Gerena corta siete orejas en su encerrona con
toros de diferentes ganaderías
Hay mil formas de comenzar a escribir un cuento, aunque la
más tradicional haya sido siempre la de érase una vez..... Pues esta crónica
comienza igual.
Érase una vez un pueblo y un torero. El pueblo era de
tradición ancestral a los encierros. Un día fue anunciado en los carteles un
torero llamado Daniel Luque. Un joven con una gran proyección de futuro. Ese
día surgió el romance más bonito jamás soñado por una afición y un torero.
Desde aquella tarde no dejó de faltar a ninguna feria taurina. Año tras año Luque
hacía el paseíllo y salía triunfante. Pero el sueño de este joven y sus más
fieles seguidores era que se encerrada en el coso Las Eras de Marta con seis
astados de diferentes ganaderías. Y como todo lo que se sueña se cumple pues al
final vestido de goyesco se enfrentaba a seis morlacos. Ganaderías como
Santiago Domecq, Miura, Albarreal, Parlade, El Torero y Fuente Ymbro formaron
parte de la historia de este relato. Una historia que terminó con final feliz
pero no el que hubieran deseado todos los integrantes del cuento, ya que a
algunos de los toros les faltó más casta y motor.
Un primer ejemplar fue un toro muy flojito al que Daniel
Luque le tuvo que hacer todo. Con el capote le dejó estirarse. Estocada y
primera oreja.
La gran expectativa estaba puesta en el toro de Miura que
decepcionó en todos los sentidos. Poco pudo hacer y el respetable, muy
cariñoso, le tributó una ovación.
El tercero de Albarreal fue un toro que se dejó. Lo toreó
con gusto acoplándose a la embestida del burel pero la estocada que hizo
guardia afeo toda la obra. Este ejemplar se lo brindó a su banderillero Vicente
Yesteras que estuvo muy bien en banderillas con ese mismo toro.
En el ecuador de la tarde el diapasón fue subiendo.
Compenetración entre toro y torero que tras pinchazo y media estocada corta dos
orejas.
No hay quinto malo y para Luque no lo fue pues le pudo
cortar otras dos orejas con un v
buen toreo al natural.
Llegando al final de este cuento decir que salió el sexto de
la tarde. De Fuente Ymbro. El mejor de todo el encierro. La perita en dulce que
ponía el broche final a una tarde cargada de matices en la que Luque volvío a
dar al pueblo de Almodóvar el toreo que sueña. A unos les gustará más y a otros
menos pero cuando sale el de pelo negro a todos pone de acuerdo. Y ese toreo de
pies juntos, de cintura quebrada y mano desmayada puso de acuerdo al respetable
para pedir dos orejas. Aunque más que la afición parecía que el propio torero y
sus cuadrillas la pedían. Es más hicieron cortar el rabo que el presidente no
había concedido. Pues aún así hubo un banderillero tan osado que se lo quiso
dar al matador para que diera con él la vuelta al ruedo. Dónde queda la
seriedad del toreo. Ese respeto por todo.
Ficha del festejo:
Plaza de Toros de Almodóvar del Campo. Toros de Salvador
Domecq, Miura, Albarreal, Parladé, premiado con la vuelta al ruedo, Núñez del
Cuvillo y Fuente Ymbro para
Daniel Luque: oreja, ovación, silencio, dos orejas, dos
orejas y dos orejas
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