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18 agosto 2006

El temple de Rubén Moya


Lo mismo que su compañero era la primera vez que toreaba delante del aficionado. Y su toreo gustó. Con mucho temple y haciendo las cosas despacito consiguió meter a su novillo en la bamba de la muleta.
Se atrevió con una larga cambiada para ser la primera vez que estaba delante de un añojo estuvo a la altura de las consecuencias. El becerro lo enganchó pero quedó a su merced. Los dos tumbados en el suelo. Una anécdota curiosa.