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12 mayo 2007

Disposición y ganas de los aprendices de torero

En la tarde del jueves, el entrenamiento de salón dio paso al entrenamiento con el animal. La empresa Taurotoro trajo seis becerras para que los alumnos de la Escuela de Ciudad Real desarrollaran su aprendizaje.

seis becerras fueron las que sirvieron a los alumnos de la Escuela de Ciudad Real para desarrollar su aprendizaje delante de la cara del becerro.
El empresario José María González de Caldas trajó seis vacas para la clase práctica que se realizó en la plaza de toros de Ciudad Real.
Con muy pocos aficionados dio comienzo una más de las clases que los jóvenes aprendices de toreros vienen teniendo a lo largo del año.
Un total de 12 alumnos fueron los que se probaron con las becerras. Abría cartel Juan Gómez que compartió becerra con Carlos Friginal. Una vaca un poco brusca de salida a la que Juan Gómez consiguió templar en la muleta.
En la segunda Rubén Aparicio dejó constancia de su estilo propio, siguiendo los consejos que le daba Caldas desde la barrera. A Emilio Manuel le sirvió de aprendizaje puesto que son menos las veces que se ha puesto delante de la becerra.
La tercera becerra la compartieron Miguel Gálvez y “Farrukito”, esté último deleitó a todos los allí presente. Hizo cosas muy bonitas bajándole la mano a la becerra y toreándola con gusto. En una palabra “sintiéndose”.
En un tentadero no todas las becerras salen buenas, si así fuera sería un lujo para los ganaderos el aprobar todas las vacas para convertirse en futuras madres de la ganadería. Pero la cuarta no tuvo la misma condición que sus hermanas. Esa le tocó en suerte a Rafael Castellanos y Gutiérrez Mora. Al principio la vaca pasaba, pero aprendió pronto y se colaba enseguida.
En la quinta becerra Alberto Fernández demostró lo que se le estaba viendo en anteriores clases, sus buenas maneras y condición. Compartió animal con su compañero Juan José.
Cerrando la clase Antonio Alcázar y Jesús Jiménez que estuvieron a la altura de la becerra y de sus compañeros. Dejó una buena impresión Jesús Jiménez.
De sobresalientes estuvieron María Arévalo, César Muñoz y Javier Gómez, pero se quedaron inéditos.

apuntes del empresario
Atento a todo lo que sucedía en el albero, tanto al comportamiento de las becerras en el caballo como luego en la muleta y a los jóvenes toreros, estaba Caldas. Algún que otro consejo, de como se debían colocar y como llevar a la becerra, se podía escuchar en el silencio del tentadero. También compartió opinión con los profesores que estaban pendientes de sus chavales. Calatraveño, Angelín y Moreno Alcázar no perdieron detalle de todo lo que sucedía en el ruedo.