05 julio 2007

Una clase práctica para aprender

Los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real viajaron hasta la localidad sevillana de Castilblanco de los Arroyos para participar en una clase práctica en la ganadería de González de Caldas.

Durante la clase práctica que ofreció González de Caldas a los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real se pudo ver de todo, vacas que sirvieron para estar a gusto con ellas y otras que tenían mucho genio y debía demostrar sus tablas en el oficio para no verse sorprendidos. En total cuatro vacas para los alumnos mayores y una para los más pequeños, que se quedaron inéditos debido a la poca fuerza de la becerra. Un buen día en el que los pupilos de Calatraveño volvieron a verle la cara a las becerras para ir cogiendo sitio para sus próximos compromisos. Dirigidos en todo momento por Calatraveño y Moreno Alcázar los alumnos aprendieron nuevas lecciones en Valdepotros.

Recuerdo de un día de tienta

La distancia de Ciudad Real a Sevilla es larga tiempo suficiente para hablar con los compañeros durante el viaje. A la ida se comenta la ilusión y lo que se le puede hacer a la becerra que salga por la puerta de chiqueros. Y en el viaje de regreso lo que se comenta es como han estado cada uno. Lo que le hubieran hecho a esta y a la otra vaca si les hubiera correspondido. Pero ante todo los consejos dados y recibidos. Competencia en el ruedo pero amigos en la vida cotidiana.

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