La última de feria cerró el ciclo con toreo del bueno, tanto por parte de los matadores como de los subalternos. Destacar la actuación de Ignacio Sánchez, Óscar Castellanos, Valentín Cuevas y Félix Jesús Rodríguez.
Con la estadística de diecinueve orejas y un rabo finalizó la Feria de Ciudad Real. Quien vea esta cifra pensará que ha sido una Feria excepcional pero nada más allá de la realidad.
Hubo faenas interesantes, otras buenas y otras malas. Algunos días incluso cortaron más orejas de las necesarias. Como fue el día de los rejones. Que se otorgaron más orejas de las que realmente corresponde con la realidad del festejo. Claro que si él público las demanda habrá que darlas. Pero para darlas hay que tener un cierto criterio.
Los dos primeros días estuvo en el palco Francisco Delgado que no lo hizo nada mal. Salvo la última oreja que entregó a El Cid, el resto de su actuación fue correcta. Los últimos festejos ocupó su puesto Gregorio Herrera, que el primer día se pasó concediendo orejas, pero luego midió su pañuelo y no lo sacó cuando lo pedía el público. Bien por su comportamiento en los dos útlimos festejos.
Otro de los puntos a destacar fue la inclusión en el cartel de la primera de Feria de Jesús de Natalia. Un joven que se había ganado ese puesto en la pasada novillada y que la empresa no contó con él desde un principio. Jesús de Natalia estuvo con mucho arrojo y valentía, a pesar de arrastrar la lesión de costilla de su anterior novillada en ese mismo coso. En esa misma novillada estaba anunciado desde un principio Fernando Tendero que demostro que cada tarde que se enfunda el vestido de torear es para obtener los máximos trofeos. Unas veces lo conseguirá si tiene enemigos y otras dejará constancias de su toreo ante novillos que no le faciliten el triunfo.
los toreros de la tierra
El primero al que pudimos ver actuar fue a Víctor Puerto. Mucho más maduro y cuajado en su toreo. Estuvo reposado y haciendo las cosas bien. En esta feria no hubo toreo mirando al tendido ni de rodillas. Hubo toreo del serio y del que gusta a la afición.
Una lástima lo de Aníbal Ruiz. Toreo muy bien a un cuarto toro al que le tenía cortadas las orejas. Su fallo con la espada le prohibió de salir por la puerta grande.
El que esuvo francamente bien fue Luis Miguel Vázquez, que de momento se ha llevado el trofeo a la inmortalidad del torero Reina Rincón, como el triunfador de la feria 2007. Trofeo otorgado por la Asociación de Vecinos Plaza de Toros. Luis Miguel Vázquez cuajó dos faenas con empaque y arte, que pusieron de acuerdo a los aficionados.
Las figuras
Ni El Cordobés, ni El Fandi, ni Castella convencieron a la afición. Sin embargo, sí lo hizo Daniel Luque (que sustituía a Salvador Cortés) e Iván Fandiño. Aunque éste último quedó inédito al corresponderle un lote muy malo.
De los rejones poco que señalar, tan sólo lo anteriormente dicho. Que se cortaron muchas orejas para lo poco que se vio en el ruedo, tras la sustitución la de Leonardo Hernández por Joao Moura (padre).
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