El pasado fin de semana actuó dos tardes y en las dos salió triunfador. El primer día fue en Chillón donde cortó cuatro orejas y un rabo y el segundo en su tierra, cuatro orejas más. Y las orejas las cortó a ley. Haciendo el toreo como mandan los cánones. Bajando la mano y llevando al toro largo. Vaciando la embestida. Este joven torero. Francisco Romera está andando muy bien con la espada. Cuatro estocadas que rubrican el buen momento por el que está atravesando este joven albaceteño, a pesar de no haber toreado nada a lo largo de la temporada. Tener el sitio cogido a la hora de ejecutar la suerte suprema es lo más difícil de toreo, pero Romera lo tiene.
Aunque en su primera novillada pudiera acusar la falta de actuaciones, en la segunda lo supo solventar con creces.
A raíz de estos triunfos le ha salido algún que otro festival para el mes de septiembre. Y la posibilidad de coger alguna sustitución en alguna novillada. Por lo menos lo tiene apalabrado. Ojalá que al final entrara, pero no por el mal de compañeros, sino por derecho propio.
Es triste ocupar el puesto de un compañero herido, pero en estos casos es donde más se debe arrear, para conseguir el puesto de titular desde un principio.
Con mucho ánimo se encuentra el joven Francisco Romera para afrontar lo queda de temporada y deseoso de que lo pongan en más plazas. Para que el aficionado vea el toreo que realiza.
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