ir arriba

18 agosto 2007

El equipo médico de Ciudad Real: guardianes de los toreros

La labor de un médico en una plaza de toros es fundamental. Cuando son cogidos es en sus manos donde depositan toda su confianza. Ellos han salvado a más de un torero. Los toros suelen dejar heridas que tienen que remendar ellos.
La labor de un cirujano o cualquier médico en una plaza de toros es primordial. Ellos son los auténticos guardianes de los toreros. Cuando un toro prende a un torero son ellos los que salen corriendo para atenderlos. En sus manos cae toda la responsabilidad. El ver la profundidad que tiene la herida y el tamaño. Son los expertos en dejar su firma en la piel del torero.
La plaza de Ciudad Real cuenta con un equipo de veteranos profesionales. Desde veinticinco años Rafael Ruiz Ruiz ejerce de cirujano jefe. Está acompañado de Eduardo Rodríguez Sánchez, cirujano, digestólogo y primer ayudante. Como segundo ayudante y médico de plaza está José Molina Cabildo. El anestesista del coso capitalino es Antonio Gómez Almansa. Como ATS está Pascual del Hoyo Martín y el mozo de quirófano es Enrique Rodríguez Alonso. Es fundamental que en un equipo médico haya un cirujano vascular. En Ciudad Real por desgracia no lo hay. Será en la plaza de toros de Alcázar de San Juan donde Luis Fernando forme parte de este equipo médico que vela por los toreros en las distintas plazas de la provincia y muy especialmente en la de Ciudad Real.
Desde la muerte de Gregorio Sánchez Barrajón, el antiguo cirujano jefe de la plaza de toros capitalina fue Sanidad quien concedió a Rafael Ruiz que llevara las plazas que llevaba Gregorio.

la labor del cirujano
Rafael Ruiz Ruiz cuenta con un equipo muy bueno, del cual presume, porque les ha ido muy bien “somos íntimos amigos de toreros que nos respetan y nos quieren”. Y es que los toreros cuando llegan al coso de la glorieta Pérez Ayala saben que están en buenas manos si les sucediera algo.
Muchas son las cornadas a las que ha tenido que hacer frente Rafael Ruiz y su equipo. Una de las más graves, nos comentaba el cirujano jefe de la plaza, fue en Villarrubia de los Ojos “a un novillero francés que le dio una cornada en el cuello y le sacó el pitón por la boca”. Continúo relatándonos su labor y funciones como médico. “Asistí a la cornada de Eduardo Vergara, firmas mías tienen casi todos los toreros de la provincia”. El Cordobés es uno de los diestros que más trabajo le da al equipo médico de la plaza puesto que cada vez que viene a Ciudad Real le sucede algo. Pero sabe que esta en manos de unos médicos excepcionales.
Muchas anécdotas tiene Rafael Ruiz para contar. Recuerda a todos los miembros que ha tenido en el equipo, en especial a Eduardo Rodríguez, padre, disfrutaba yendo juntos. “Cuando cumplió 50 años le pusimos unos azulejos a la entrada de la enfermería antigua, que estoy tratando de que los trasladen a la nueva enfermería. Lo hicimos en una misa que hacíamos por los médicos y demás que han muerto. Misa que no hemos podido hacer este año. Lamento en el alma a ver roto esa tradición”.