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02 agosto 2007

“No me lo han puesto muy fácil, pero cada uno tiene su camino”

Compromiso muy importante el que tiene que asumir el próximo sábado el diestro Aníbal Ruiz en Valdepeñas. Se enfrenta a una corrida de Miura junto a Juan José Padilla y López Chavés. Hace diez años el torero alcazareño lidió ganado de este hierro, fue en una novillada. Pero la edad de los toros no es la misma y menos en esta ganadería que cuantos más años tienen más peligro desarrollan. Encerrado en la finca de Víctor y Marín durante unas semana se ha estado preparando a la vez que asistía al fisio, Marcos Reina, para que le tratara una rotura de fibras que se ocasionó entrenando. En esta última semana ha estado en Sevilla, donde está afincado para ir al campo y seguir su preparación. Ayer mató dos toros a puerta cerrada.

—¿Qué me puede decir de la ganadería de Miura?
—Es una ganadería legendaria como todo el mundo sabe, con mucha historia. Tal vez te haga un poco más de cosquillas en la barriga. Sabes que cualquier corrida te puede dar problemas pero el toro de Miura se orienta antes. Hay que hacerle las cosas bien. La verdad es que no tengo mucha experiencia con Miuras, la verdad es que sólo he matado una novillada, el día 4 hace diez años en un pueblo de Francia. La verdad es que fue una experiencia buena, se quedó un mano a mano entre Chamón Ortega y yo, porque cogió a Ismael Serrano. La verdad es que la novillada fue buena pero los toros son más listos. Me acuerdo que para entrar a matar cogí la espada y la veía desde lejos.
—¿Con un año más presentarán más dificultades que al ser utreros?
—Claro. He oído de muchos profesionales que la han matado como el maestro Ruiz Miguel que tienes que ir con la mentalidad como fuera una corrida normal. También es cierto que la gente le da más importancia a lo que le hagas, porque saben ya de la dificultad. Me hace mucha ilusión hacer mi presentación en Valdepeñas y con toros de Miura.
—¿Cómo se prepara para una cita tan importante como puede ser la del próximo sábado en Valdepeñas?
—La preparación es la misma que siempre. He estado durante todo el año en Sevilla. Ahora en el mes de julio he pasado unas semanas en el de Víctor y Marín. Siempre les estoy muy agradecido de que me cedan su casa para entrenar. Ahora mismo me encuentro en Sevilla, otra vez, sigo entrenando, porque estoy alternando el ir al campo en la medida en la que puedo y matar un toro a puerta cerrada. Durante mi estancia en la finca de Pinos Bajos tuve que acudir a mi fisioterapeuta, Marcos Reina, que nuevamente me ha recuperado en tiempo récord. No es la primera vez que me trata. Me produje una rotura de fibras entrenando. Le estoy muy agradecido tanto a él como a su equipo que me atendiera y me hiciera un hueco en su agenda tan apretada.
—¿Qué compromisos tiene en el mes más taurino?
— El otro día actué en un festival donde le corté una oreja a cada animal pero con la espada fallé porque tenía el rabo cortado. El viernes voy al Bonillo donde mato una corrida de Castillejo de Huebra. El 4, Valdepeñas. La verdad es que es ahora cuando empieza mi temporada. Luego tengo el 12, Moral de Calatrava, es una corrida concurso de ganaderías.
—Año difícil para usted, ¿cómo lo afronta?
—Estoy con muchas ganas, pero estoy pasando un año... A mí no me gusta quejarme pero la verdad muy difícil, porque esperaba estar en Madrid y al final no me han puesto. Pasan cosas muy raras. Pero hay que seguir aguantando. Hay veces que me sorprende la paciencia que tengo. Lo que pasa que sí es verdad que se me esta haciendo duro pero lo estoy soportando. No me lo han puesto muy fácil, pero no pasa nada porque cada uno tiene su camino.
—¿Pensando en el toro en todo momento?
—Sí, desde los entrenamientos. Cuando llega el día de los toros debes estar pensando sólo en el animal y olvidarte de todos los sentimientos que tengas, porque el toro requiere toda la atención.
—¿Cuándo llega la gente al patio de caballos para pedir el autógrafo es de los que le molesta o le gusta?
—Lo agradezco todo. Lo que pasa es que cada uno está en sus pensamientos. Unas veces te enteras más, otras menos. Depende como estés, siempre pienso en las muestras de cariño, pero son momentos en los que estás pensando que salga el toro y no te das mucha cuenta.
—¿Qué piensa en el burladero?
—Ya se ha hecho el paseo y esperas a ver como sale el toro. Esos momentos de antes tienes puesta la mente en eso. Luego también disfrutar. Cada vez que me visto de torero disfruto como si fuera la última vez. En llegar a la plaza, en coger los capotes.
—¿Cuándo has visto las reacciones de tu enemigo piensas en que puedes desarrollar mejor tu toreo de capa o de muleta?
—No llevas nada pensado, siempre cuajarlo. Si lo puedes cuajar con el capote, en la faena de la lidia, que creo que también es muy importante ahora mismo. Hacer una buena lidia ponerlo bien en el caballo, hacer en el conjunto una actuación buena que es lo que yo busco. Lo puedo cuajar bien con el capote, hacer una buena lidia, y disfrutar con la muleta y matarlo es el laudem.
—¿La madurez le hace pensar en disfrutar y no en los trofeos?
—Siempre piensas porque hay que cortar orejas, pero más que en eso pienso en estar bien. Luego llegan las orejas. Cuando el toro no embiste tienes que optar por otros métodos, pero dentro del toreo.
—¿Usted practica el toreo Ortodoxo?
—Pienso que en el toreo tiene que haber una parte de técnica, porque sin técnica no puedes torear pero luego tiene que haber otra muy fuerte de sentimiento. Y muchas veces, cuando sientes mucho, olvidarte un poco de la técnica.
—¿En qué momento se encuentra ahora mismo?
—Con madurez y seguir abriéndome camino sin que no se pase ninguna tarde sin puntuar. A la vez de esa necesidad de triunfo que tengo, porque yo tengo que triunfar todos los días para poder salir o intentar llegar arriba, intentar disfrutar de todo lo que hago.
—¿Qué sueños anhela?
—Ser figura del toreo, estar en las mejores ferias, los mejores días y estar con los mejores compañeros y ganaderías.
—¿Falta mucho para conseguirlo?
—No soy adivino pero estoy poniendo todos mis medios. Sé que lo tengo difícil pero soy una persona demasiado realista. Me castigo yo mismo demasiado y no es bueno. Pero me gusta ir por el camino más recto aunque sea un poco más largo. Nunca sabe uno cuando te puede llegar el momento álgido. Hay que ser fiel a uno mismo y hacer las cosas bien. Cuando menos piensas salta.
—¿Qué mensaje le manda a los aficionados que vayan a verlo el sábado a Valdepeñas?
—Para el sábado y para todos los días porque son muy importantes porque la gente paga. Voy a entregarme. Es una corrida muy importante y me hace mucha ilusión.
Con estas palabras termina la entrevista Aníbal Ruiz. Mucha suerte torero en el mes más taurino del año, que vaya cosechando los éxitos que tanta falta le hacen para subir en su profesión y estar en el sitio que merece.