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06 septiembre 2007

La importancia del patio de caballos en las plazas

Cualquier plaza de toros debe tener una dependencia destinada a los caballos y cuadrillas. Es lo que se llama patio de cuadrillas. En él se desarrolla una labor importante de cara a la lidia en el ruedo.
Uno de los lugares importantes en una plaza de toros, son los patios de caballos. En ellos se desarrollan muchas actividades, desde el vestir al caballo de picar hasta el desollar al toro. Muchas de estas tareas se realizan a la par que los toreros están lidiando en el ruedo.
Los caballos de picar tienen que estar preparados horas antes de que se lleve acabo el festejo. Los monosabios se encargan de ponerles el peto y protegerlos de posibles cornadas de los toros en sus embestidas y arrancadas. Otra de las funciones de los monosabios es probar a los equinos y hacer un rápido calentamiento, mientras llegan los picadores. Luego serán estos los encargados de probar al animal, ya que no siempre es la misma cuadra la que va a las plazas de toros. Existen diferentes cuadras y por lo tanto el comportamiento de los mismos es diferente.
Los encargados de la plaza también deben llegar antes que lo hagan los toreros. Antes de que la gente ocupe sus localidades, el ruedo debe estar en perfectas condiciones. Si es necesario que la arena esté más alisada e incluso regada. Aunque no todos los diestros quieren que el ruedo este mojado. Prefieren lidiar con la arena más suelta en lugar de compacta.
Por otra parte, las mulillas para el arrastre de los morlacos también se adornan y se dejan listas para su salida una vez el diestro ha matado al toro.
Una vez que estos trabajos se han realizado en el anonimato, puesto que nadie da cuenta del trabajo de estos hombres, es cuando comienza la actividad en el patio de caballos o de cuadrillas. Los picadores son los primeros en llegar antes que su torero. Tienen que probar las varas que han elegido por la mañana y colocarle la puya. Antes deben esperar a que el Delegado Gubernativo abra la caja de puyas para cogerlas. Una vez preparada la vara de picar, y como hemos comentado antes, prueban los caballos. Después se empiezan a ver llegar a los matadores con sus respectivas cuadrillas. Los fans los esperan fuera de la plaza para conseguir el autógrafo y beso deseado. En el patio de caballos también se encuentran con fans que ansían tener una foto con ellos. Con paciencia los atienden, aunque su mente está puesta en otro sitio. Está puesta en los chiqueros, de los que saldrán los toros que tienen que lidiar.
Otras personas que trabajan en el patio de cuadrillas son los matarifes. Ellos llevan acabo su labor a la par que los toreros están lidiando. Únicamente el primer toro es el que consiguen ver entero. Una vez que lo han arrastrado comienza su trabajo, si son rápidos algunas faenas de muleta pueden seguir viendo. Los veterinarios también acuden al patio de caballos para tomar las muestras de los toros lidiados para su análisis posterior.

La capilla se comunica con el patio de cuadrillas

Una de las dependencias con las que se comunica el patio de cuadrillas es con la capilla. Allí es donde los toreros cuando llegan a la plaza oran antes de liarse para hacer el paseíllo. Un lugar tranquilo en el que nadie los molesta, donde tienen paz y tranquilidad, que es lo que necesitan en esos momentos. Algunos prefieren no visitar estas dependencias y se quitan los nervios charlando con unos y con otros. Sin embargo, hay muchos que aunque están viendo lo que se desarrolla a su alrededor están sumergidos en su soledad, luchando con sus miedos. Esa batalla que tan sólo ellos están presentes y la tienen que ganar. Una soledad que tan sólo los toreros conocen y no pueden compartir con nadie.

Las puyas preparadas para las varas

Una vez que los picadores han elegido la vara que van a utilizar para realizar la suerte, le ponen la puya correspondiente. En las corridas de toros y en las novilladas se usan puyas diferentes según lo estipulado en el reglamento.