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27 septiembre 2007

Va por ti ganadero, en recuerdo hacia tu persona

A la memoria de Alberto Marín

Todos recuerdan al patriarca de Víctor y Marín como una persona honrada, que cuidó de los toreros de su tierra, echándoles siempre una mano en todo lo que podía. Alberto Marín Montero era así, y así lo recordaremos siempre.

La vida se desarrolla por paradojas que van sucediendo en determinados momentos. Ésta sucedió en la madrugada del domingo 23 cuando el ganadero Alberto Marín se iba para siempre. Según nos comenta su hijo José Luis, los vecinos de Pinos Bajos se asustaron ante el revuelo del ganado. A la hora de la muerte de Don Alberto, como lo llamaba todo el mundo, los toros bravos que pastan en tierras fernanducas debieron de presentir la muerte de este gran hombre, puesto que se pelearon e incluso rompieron las vallas. Debió de ser que se acercó hasta allí para despedirse de sus toros. Porque de su familia ya lo había hecho con una frase muy especial que ninguno olvidará “¡que gran familia tengo!”. Estas fueron las últimas palabras de Alberto Marín Montero.
El escritor italiano Arturo Graf dijo: “El mejor sudario es la honestidad, porque envuelve a la muerte con un grato olor”. Ese grato olor de la honestidad era el que se respiraba en torno a Alberto Marín y así lo han percibido sus descendientes, que ahora serán ellos los que dejen este legado a sus hijos.
Su sobrino Felipe Lasanta lo recuerda como una persona “familiar y buena gente”, un luchador nato. Toda su vida ha luchado por lo que más ha querido; su ganadería. “Ahora no es como antes, puesto que antaño todo era a base de riñones y riñones, no había subvenciones y absolutamente nada, era muy duro. Dentro de la dureza, él lo hacía fácil” afirmó Lasanta.
A pesar de estar hospitalizado desde el 14 de agosto el humor de Don Alberto no cambió. Algo que no olvidará nunca su sobrino Felipe fueron las palabras que le dijo un día que le preguntó como se encontraba, Marín le respondió “ me ha pegado muy fuerte la cornada”.
Una de las grandes ilusiones de Felipe Lasanta era que su tío Alberto pudiera ver la corrida de toros que tenían reservada para lidiarla en el 2008, después de 12 años volvían a lidiar toros, pero el destino es inescrutable y no ha permitido que esté presente en el tendido viendo sus toros, lo hará desde el burladero del cielo.
No sólo sus familiares tienen palabras de alabanza hacia su persona. A cualquiera que le preguntes habla bien de este gran hombre. Los toreros que convivieron con él durante los tentaderos lo definen así: Sánchez Puerto lo veía como un caballero. Su sobrino Víctor Puerto lo define como una persona con entusiasmo por el toreo. Por su parte, Aníbal Ruiz veía que tenía afición y seriedad. Luis Miguel Vázquez detalló que era muy campechano. Félix Jesús Rodríguez destacó el buen trato que tenía con todos los que iban a tentar a su casa. Su mayoral, Ignacio Sánchez señaló su tesón y afición. Y el novillero Fernando Tendero recalcó la buena cara que tenía para todos. Para nadie tenía un mal gesto, a todos agradó.
Lo que echarán de menos todos en Pinos Bajos en los próximos años serán las tertulias que se hacían después de comer, cuando Don Alberto les preguntaba a todos por su temporada y por como los había visto en el tentadero. Ese burladero desde el que miraba con atención como salían las vacas que se criaban en su tierra, esa que tanto le ha costado mantener, como nos relataba su hijo José Luis.

vivencias personales
Muchos han tenido la suerte de compartir largos ratos con Don Alberto, pero especialmente su hijo José Luis, que es el que está continuando la labor de su padre junto a su primo Felipe. Desde que era adolescente le empezó a transmitir esa afición que llevaba. Y no sólo eso sino su gran calidad humana, cosa que hizo que le creara raíces muy profundas. Muchas eran las noches que compartían juntos en las chozas donde después emprendían las transhumancia, algo que se ha perdido en nuestros días. Duro ha sido el trabajo para conseguir mantener la ganadería hasta nuestros días. La guerra civil por medio y la lucha por algo que amaba y lo que era su vida. Como persona curtida, Don Alberto veía algo especial en alguna vaca que los demás no lograban ver, pero para eso esta él, para dar ese toque de atención. Algo que recordará siempre José Luis era como su padre siempre esperaba a que todo el mundo comiera en su casa para después hacerlo él. No le gustaba que nadie se quedara sin comer ya fuera torero o vaquero, daba lo mismo su grado lo que importante era que ante todo eran personas.
Seguro que en el tintero me he dejado a muchas personas a las que les hubiera gustado despedirse desde estas páginas de Don Alberto. Porque se pueden escribir muchas páginas de este ser entrañable. Pero estas van por ti ganadero, porque te lo merecías por tu forma de ser tan sencilla. A nadie has dejado indiferente por tu carácter como nos comenta tu hijo. Ahora remarán solos pero sin olvidarte, sin olvidar tus enseñanzas, y sobre todo y más importante, el esfuerzo tan grande que supuso para ti el levantar la ganadería. Eso se les ha quedado grabado tanto a tu hijo como a tu sobrino, que en los tentaderos echarán de menos escuchar la palabra “Vista”. Adiós para siempre.

PARA UNA PERSONA EJEMPLAR

—CALIDAD HUMANA—
Con todos tenía el mismo trato, para él nadie era más que nadie, todos eran iguales

—AFICIÓN—
Era un gran aficionado, sabía ver las vacas antes que nadie y así lo decía

—ESFUERZO—
A pesar de las dificultades y el esfuerzo consiguió mantener su ganadería

—ADMIRACIÓN—
Todos admiraban a Don Alberto por su forma de ser y lo buena gente que era

SIEMPRE EN EL RECUERDO

Sánchez Puerto
torero
“Ha sido una institución como ganadero en Ciudad Real”

“Ha sido una excelente persona, aficionado. Como ganadero siempre ha mantenido una ganadería del interes del público: brava. Lo único que tengo son palabras de agradecimiento hacia esa casa, siento muchísimo la pérdida de una persona tan entrañable como él”

víctor puerto
torero
“Era una persona que amaba el toro bravo por encima de todo”

“Hablar de Don Alberto es hablar de una institución taurina en Ciudad Real. Tuve la ocasión de pasar los últimos años más cera de él por ir a tentar. Tenía una forma de ser que se va perdiendo. Recuerdo que le gustaba desde su burladero salir con la garrotilla a llamar a la becerra”

aníbal ruiz
torero
“Recuerdo especialmente cuando decía vista”

“Les tengo un gran cariño a todos porque en esa casa me han hecho sentirme como en la mía. Todos lo vamos a echar mucho de menos. Era el primero que veía a sus vacas, cuando la ponías en el caballo enseguida decía vista a su hijo y sobrino”.

luis miguel vázquez
torero
“Recuerdo su punto de vista tan peculiar al ver las faenas de campo”

“Desde mis inicios, él siempre me ayudó, guardaba alguna vaca para mí. Recuerdo un día que estaba tentando El Cid, que no se aguantó y desde el palco se asomó para vitorearle. Se estaba emocioando con la faena y como embestía su vaca. Es un acto de gran aficionado”.

félix jesús Rodríguez
banderillero
“Era muy grato que estuviera en los tentaderos”

“Conmigo en esa casa se han portado muy bien siempre,desde que empecé a ser torero me invitaron a los tentaderos, no fallaba ni un año. Era un hombre que te jaleaba mucho cuando estabas tentando una vaca. Creo que me tenía mucha admiración”.

ignacio sánchez
mayoral y picador
“Sólo puedo decir cosas buenas, para mí parecía un Dios”

“Había muy pocas personas que fueran como Don Alberto. Era extraordinario en todo. No puedo hablar nada más que bien de él. Tenía 3 años desde que entré allí. Él fue quien me hizo hacerme picador con 15 años, al no haber picador en la finca”

fernando tendero
novillero
“Ha sido muy respetuoso con los toreros”

“Al ser de otra época no he tenido la oportunidad de tratar con él. Pero las veces que he ido me han tratado muy bien. A mí me daba consejos. Recuerdo un año que me llevó mi madre y ella se quedó encantada con él por lo bien que la había tratado”.

RECUERDO
José Luis Marín y Felipe Lasanta
Ganaderos de Víctor y Marín

“Mi tío Alberto siempre tenía un carácter buenísimo. Ha sido afable, una persona positiva, te daba ánimos...”

“Mi padre me transmitió su calidad humana y el sentido de la relación con los trabajadores, de compartir todos”