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29 octubre 2007

Otra nueva aventura, esta vez con una becerrita

Mi primer contacto con la becerra, una sensación diferente a ver al animal con su madre, donde nadie se puede acercar a tocarlo.



En esta otra imagen si le ponías la mano empezaba a lamerte, era como si fuera su comida. Qué áspera tienen la lengua.



En esta imagen se observa mejor como está lamiendo mi dedo. Quién me iba a decir a mí que uno de mis tantos sueños se iba a cumplir, estar tan cerca de un becerrito. Porque de los toros ni hablemos. Ese sueño mejor dejarlo para seguir soñándolo.



En la última una foto para el recuerdo con la hija del ganadero.