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18 octubre 2007

Tiene madera



Iván Fernández tiene madera para convertirse en torero. Tan sólo se ha puesto delante del becerro en dos ocasiones pero en las dos ha sacado lo que tenía dentro. Y lo más bonito es que la primera vez que lo hizo se emocionó porque se había gustado. Hay cosa más bella que ver a un chavalín emocionarse como lo hizo Iván tras haber toreado. Espero que llegué lejos porque así podré presumir de primo. Lo mismo que lo hará Caracuel, su localidad natal.