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21 noviembre 2007

Casta,bravura y nobleza en las eralas de Víctor y Marín

Este año tan sólo dos días de tienta en Pinos Bajos. Dieciocho vacas que miraron los ganaderos con lupa mientras acudían al caballo y las toreaban los toreros invitados por José Luis Marín y Felipe Lasanta, propietarios del hierro Víctor y Marín.

Este año los tentaderos en la finca fernanduca de Pinos Bajos tenían un matiz diferente. Faltaba el patriarca de la ganadería. Alberto Marín no estaba en su burladero. Por esa falta de una persona tan entrañable como era se guardó un minuto de silencio que se rompió con una fuerte ovación a su memoria.
Tras la ovación cada uno se colocó en su burladero correspondiente para dar comienzo la tienta. Mañana espléndida la del domingo donde Víctor Puerto, Andrés Palacios y Juan Carlos Cabello tentaron tres vacas cada uno, dejando los últimos pases que les quedaban a sus eralas para los tapias, que en esta ocasión eran los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real. Al día siguiente, con algo más de frío, pero aún así sin aire para poder practicar el toreo, tuvieron oportunidad de tentar Aníbal Ruiz, Alberto Lamelas y Fernando Tendero, repitiendo de tapia los pupilos de Calatraveño.

El laboratorio
La plaza de tientas es el laboratorio perfecto en cualquier ganadería para la continuidad de la misma. Todos los años se tienen que hacer estos exámenes para que los ganaderos vean los productos que van teniendo. Las vacas deben aprobar con alta nota para pasar al campo y volver con el resto del ganado. Las que no sirven para ser las futuras madres se dejan en un corral aparte. Este año he vivido los tentaderos de un modo diferente. Según en el burladero que te coloques aprendes unas cosas y otras. Pero ponerte en el de los ganaderos resulta muy interesante, puesto que escuchas las cualidades o la puntuación que ha tenido esa vaca, por qué ha sido aprobada o por qué no sirve para procrear en la ganadería. Todo desconocido para mucha gente. Un dato que me llamó mucho la atención es como se va pasando la tradición familiar de padres a hijos. En esta ocasión José Luis Marín enseñó a su hija las calificaciones que había que poner a las eralas según la casta, la bravura y nobleza de las mismas. Cómo se habían comportado en el caballo y por supuesto en la muleta. Pero la prueba fundamental es como acuden al peto del caballo. Allí prueban su fuerza y bravura.
En estos dos días de tienta (domingo y lunes) se han visto faenas importantes por parte de los toreros y novilleros invitados. Incluso alguno de los alumnos deleitó a los presentes.
Víctor Puerto se probó con tres eralas. Después de su lesión de rodilla no toreó todo lo que le hubiera gustado en esta temporada y tuvo que cortarla, pero en el campo volvió a demostrar el torero que lleva dentro. Toreando con seriedad y no de cara a la galería.
La muleta en la mano izquierda de Andrés Palacios fue un deleite de puro arte el que ofreció el albaceteño. Es una lástima que haya toreros de tan buena calidad que no estén en puestos más altos del escalafón, puesto que aficionados que realmente saben apreciar lo que ven, hay muy pocos. El mismo caso el de Aníbal Ruiz. Tuvo dos vacas complicadas que le hizo dos faenas de gran importancia. Como se comentara en el burladero al final de una de sus vacas, si esa faena la hace en Madrid ahora estaba puesto en todas las ferias importantes. Muy a gusto se encontró el diestro alcazareño, disfrutó e hizo disfrutar. Ese es el toreo que debe ofrecer todas las tardes, pero por muchas ganas que él tenga, siempre llegará el toro y lo descompondrá. Esperemos que este año podamos disfrutar de este gran torero.
Alberto Lamelas estuvo hecho un jabato. Le correspondieron dos vacas con calidad y una mansa. Pero no se dejó ganar la pelea y luchó hasta conseguir arrancarle pases en condiciones a la erala.
Fernado Tendero no se quedó atrás, existió cierto pique entre los toreros, pero un pique sano en el que ofrecieron faenas de gran interés para los aficionados.
Por su parte, el malagueño Juan Carlos Cabello estuvo acompañado de su descubridor y apoderado Miguel Flores, gran amigo de la familia Víctor y Marín. Este joven tiene un toreo artístico que cautiva al que lo ve.
Quienes demostraron su nivel fueron los alumnos de la Escuela, destacando el poso y gusto de Rubén Aparicio. El resto de los alumnos Miguel Gálvez, Diego Gutiérrez, “El Parri”, Alberto Fernández, Juan José, Jesús Jiménez y Puri aprovecharon la oportunidad que le ofrecieron sacando los últimos pases a las erales, a la vez que tomaban nota de los consejos de los profesionales. De ellos pueden aprender mucho, tanto de lo que les dicen como de lo que ven. Puesto que muchas veces la técnica es fundamental para poder sacar partido del animal que tienes delante. No sólo vale el toreo de salón hay que demostrar lo aprendido delante del animal.
Desde estas páginas dar la enhorabuena a los ganaderos por la calidad de sus becerras.

Aníbal Ruiz estuvo sensacional con dos vacas que pedían el carnet de torero al que se pusiera delante. El diestro disfrutó con las eralas y sentó cátedra.
Andrés Palacios toreó al natural con una pureza y hondura que entusiasmó a los presentes en la finca de Pinos Bajos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por motivos laborales, este año, no he podido acudir, pero no tenía duda que sería un buen homenaje a Don Alberto, y que los diestros invitados, dejarían en buen sitio los nuevos productos.

18:32  
Anonymous Anónimo said...

Jesus Jimenez

yo estube el segundo dia y pude disfrutar de una mañana preciosa viendo y aprendiendo cosas que no se ven cuando se esta toreando de salon. Tube la suerte de poder darle unos muletazos a la primera erala de Fernando Tendero y la calidad era impresionante, ya que aunque llevaba muchos muletazos el animal ni miró ni se acostó y en ningún momento hizo amago de venirse al cuerpo. Gracias todos por dejarnos acudir a este tentadero.

00:46  

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