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07 marzo 2008

El embrujo de Morante destacó sobre la bohemia de “El Pana”

Fue “Andadoso” el toro con el que volvía Morante a torear en España, donde se ciñó a la verónica y dio motivos a sus seguidores de seguir creyendo en él. El Pana llegó al patio de cuadrillas fumándose un puro.

Como si el tiempo no pasara. Como si los minutos no se evaporarán. Ni los segundos existieran. Eso creían los protagonistas del festejo de Vistalegre. El público impaciente en sus asientos. Expectantes estaban ante este gran festejo. La vuelta de Morante a los ruedos y el debut deEl Pana en España.
Debido a la gran afluencia de aficionados y el mal acceso hasta la plaza de Carabanchel se tuvo que retrasar el festejo un cuarto de hora.
El primero en llegar fue El Pana, que llegó en coche de caballos. Fumando su tradicional puro y liado con el sarape llegó al patio de caballos, donde le esperaban las cámaras tanto fotográficas como de televisión. Feliz de torear en nuestra tierra y con el propósito de que este festejo le propinara más contratos. Pero dados los resultados lo va a tener un poco complicado.
Morante llegó cinco minutos más tarde. Menos cámaras esperaban al sevillano. Todos se fueron detrás del mexicano, como en la fábula “El flautista de Hamelín”. Allí esperarían a Morante.
Con el puro en la mano y la atracción de todos los fotógrafos se inició el paseíllo. Parecía que el único protagonista era El Pana. A Morante apenas le hacían caso, pero luego resultó que con su toreo fue el centro de todas las miradas.

Ovación
Una vez deshecho el paseíllo se le dio una gran ovación a Morante que invitó a El Pana a que saludara junto a él.
El toro de la reaparición de Morante se llamaba “Andadoso” al cual le dio verónicas de ensueño que hace que la plaza cruja. Quite por chicuelinas muy ceñidas. La faena resultó mejor por el pitón izquierdo que se dejó torear. Mató de pinchazo, estocada tendida y descabello.
En el cuarto de la tarde con el capote no se pudo expresar pero sí lo hizo con la muleta dejando retazos de su arte por ambas manos sabiendo conjugar el tiempo, y temple. Tampoco hubo suerte con la espada.
Nuevamente en el sexto volvió a salir Morante a por todas. Comenzando su faena con trincheras. Supo ver que el pitón del toro era el izquierdo y realizar la faena con mano baja. Lo bonito de la faena en sí fue el silencio con el que se realizó. Todos pendientes de lo que sucedía en el albero. No querían que la música interrumpiera ese momento mágico. En el que el arte esta fluyendo.
Al ver el respeto y el cariño con el que lo trató el público quiso regalar el sobrero. Un toro un poco más terciado que le permitió lucirse. Con lel capote consiguió dejar un fajo de verónicas que encandiló al respetable. Esta vez las banderillas no fueron tan lucidas como en ocasiones anteriores. Pero el tercer par destacó por encima de los otros dos, clavando en lo alto.
En la muleta llegó la majestuosidad del diestro sevillana. Que profundidad y plasticidad. Y la estocada terminó su obra, matando recibiendo y encima a cámara lenta. Se puede pedir más a un diestro que toreó con ganas e ilusión. Morante volvió a sonreir. Una oreja fue el premio a toda su labor.

El debutante
Con el mejor lote y sobre todo un quinto toro de una calidad extraordinaria El Pana no supo darle la lidia correspondiente. Digno de admiración es ver a un torero con sus años quedarse tan quieto delante de la cara del toro. Pero lo que es ligar una faena completa no lo logró. Algunos pasajes en los que se vió algo de calidad. En lo demás El Pana estuvo en Pana. Lo que le honra a este torero es que no vino a engañar a nadie. Todo el mundo sabía lo que El Pana iba a ofrecer esa tarde en Vistalegre y así lo hizo. Cuando mató al quinto se dirigió a los medios para disculparse ante el público. Había hecho lo que había podido. Es de agradecer la gran variedad en su toreo.

Ficha técnica
Ganadería: Se lidiaron siete ejemplares de Núñez del Cuvillo nobles y justos de fuerza.
El Pana: silencio, silencio y pitos.
Morante de la Puebla: saludos tras aviso, silencio, silencio tras aviso y oreja con fuerte petición.
Entrada: Se resgistró más de tres cuartos.
Incidencias: El alguacil se cayó del caballo. También uno de los picadores fue derribado del caballo al ir el toro empujando al equino por atrás y toparse con el burladero en su huída.

Cimbreo de cintura en Morante de la Puebla

La vuelta de Morante a los ruedos españoles trajo gran expectación. El diestro de Puebla del Río volvía con muchas ganas, haciendo las cosas bien , aunque sus enemigos no terminasen de romper. Como es característico en este diestro toreó con una personalidad arroyadora. Con mucha hondura y profundidad. Con las manos rotas. Con esa sensibilidad que tan sólo un torero artista sabe hacer. Así es Morante y así lo tiene que aceptar el público. Por eso en Vistalegre se reunió todo el Morantismo que hay en España, para no perderse la reaparición de este genio del capote y la muleta. Aunque ninguna de sus faenas fueron redondas pero sí dejó aroma de su torería en el albero de Carabanchel.

Rodolfo Rodríguez “El Pana” un bohemio

Con un toreo muy peculiar, poco usual en el territorio español, aterrizó este mexicano en la plaza de Vistalegre. En su presentación pudo decirse que utilizó un repertorio muy amplio tanto con el capote como con la muleta. Lo único que le faltó fue clavar los palos ante los Cuvillo.