31 marzo 2008

Ovación final por la decisión de suspender el festejo

Muchos eran los factores a favor para que la corrida Goyesca de Almadén fuera todo un éxito, pero nadie contó con que el tiempo podía descomponer todo. Y así pasó. El viento y la lluvia fueron los peores enemigos de los toreros.

En los carteles taurinos es muy típico ver al comienzo del anunciado festejo “Se celebrará si el tiempo no lo impide y con el permiso de la Autoridad”. En Almadén fue el tiempo precisamente el que no quiso que se terminara de celebrar el festejo. El gran enemigo de un torero es el viento. Este factor meteorológico fue el primero que se hizo presente en el coso hexagonal. Aún así el director de lidia, Antonio Barrera, le hizo frente. En mitad de la faena no quiso faltar las gotas de agua que caían del cielo. Gran aclamada por todos, pero que dos horas después hubieran sido mejor recibidas.
A pesar de las inclemencias meteorológicas el aficionado minero se solidarizó con los toreros. Ya que fueron conscientes de las dificultades que estaba presentando el albero. Con una gran ovación manifestaron que estaban de acuerdo con la decisión de suspender el festejo en la mitad. Tan sólo tres toros se pudieron ver. Tres ejemplares que junto a sus lidiadores dejaron un buen sabor de boca.
En este reportaje hemos querido recoger la opinión de cada uno de los protagonistas, ver las sensaciones que experimentaron el pasado 22 de marzo, Sábado Santo.

El Empresario
Pese a que sólo se pudo dar la mitad de la corrida el optimismo reina entre los toreros, empresario, ganadero y presidente del festejo. Eso denota que no hay que ver el lado negativo de las cosas, sino el positivo. Y de esa tarde se pueden sacar muchas notas positivas. La disposición de los diestros, el amor propio de dar todo lo que tenían luchando contra la climatología.
Uno de los grandes afectados ha sido Francisco Romero Leal empresario del coso de Almadén. No obstante, vio el espectáculo bueno. “Los toros embistieron y los toreros tuvieron buen nivel. La lástima es que después de tanto llover se puso el ruedo impracticable”. Por lo cual no había más remedio que dar por finalizada la corrida, muy a pesar de todos. Romero Leal manifestó que los “toreros decidieron suspender porque había riesgo de cualquier resbalón y era complicado”.
El resto de la camada de Jaralta está en la finca. Cinco ejemplares que según el empresario ha llegado a compromiso moral con el ganadero, de que completará la corrida para lidiarse en la feria de julio en el mismo coso. Así el aficionado que se ha quedado con la gana de ver el juego de los tres que quedaban en los chiqueros lo podrá ver para las fiestas de San Pantaleón.
Tal vez si el cielo no hubiera estado tan gris más aficionados hubieran acudido a los tendidos de la Plaza Nueva, ya que el cartel era bueno y los precios baratos, según nos cuenta Francisco Romero. Pero no todo fue tan redondo como se esperaba.

el director de lidia
La segunda tarde que Antonio Barrera hacía el paseíllo en Almadén tampoco fue de éxito rotundo. En esta ocasión cortó dos orejas pero sólo puedo torear un toro por el mal tiempo. Pese a eso el diestro se muestra contento.
Así lo recuerda aquella tarde Antonio Barrera: “Dentro de que el día estaba imposible, que era muy difícil el lucimiento, más poderle a un toro bravo como era el mío. Creo que me sobrepuse al día, al viento y a todo. La verdad es que acabé pegándole muletazos largos al toro, por debajo y con la mano baja”. Así lo observó el respetable que supo reconocer su labor. No sólo el público disfrutó con la faena de Barrera, sino que él mismo también lo hizo como comenta “hubo momentos en los que incluso disfruté siendo muy difícil, incluso, por la climatología”.
Si el viento hubiera cesado el disfrute hubiera sido total. Así lo cree el director de lidia del festejo. Faena emotiva la que describe y realizó en el albero el diestro. Lo único que lamenta es no haber redondeado la tarde como le hubiese gustado. La suspensión fue con todo el dolor del corazón de todos. Había que ser objetivos y consecuentes como estaba el ruedo, puesto que suponía un gran peligro.
Barrera ha reconocido que la afición de Almadén demostró “tener sensibilidad y ser muy buenos aficionados, cualquier otro sitio de por ahí, por suspender, la gente estaba bajo techo. La verdad es que demostró una calidad tremenda como aficionados y como personas”.

El debutante
César Jiménez al igual que Andrés Palacios eran nuevos en esta plaza. La sensación que experimentó Jiménez al pisar el ruedo fue “de mucho frío, porque me descalcé para asentarme más porque el piso estaba muy resbaloso y tenía los pies con mucho frío”. Aparte de eso hizo el toreo de la mejor manera que pudo. Encontrándose bien en todo momento. La verdad es que no eran unas condiciones apropiadas. Y reconoce el matador que “ el toro ofreció buenas cosas”.
Para Jiménez el respetable entendió todas las circunstancias adversas y apoyaron todo.
La disposición de César Jiménez para volver a torear en esta plaza tan bella es total. Así lo expresa “Siempre, sobre todo cuando te invitan a ir a un sitio, uno va con mucho agradecimiento a la invitación. No es como esas corridas que se hacen porque te lleva cierta empresa. Si vuelvo es porque la gente quiere verme”.

el triunfador de puerta grande
Con la ilusión de torear su primera corrida Goyesca llegó Andrés Palacios a Almadén. Pero se encontró con un día desapacible y desagradable para todos. El propio diestro nos comenta que “esa corrida con el atractivo que tenía por ser goyesca y con esa plaza tan bonita, con un día bueno hubiera sido otra cosa”. También se lamentaba Palacios de “con lo bien que estaba saliendo todo, su toro con unas condiciones buenas y un piso óptimo hubiera sido una faena buena, pero era prácticamente imposible torear. No me tenía en pie”.
Tampoco realizó la suerte suprema como le hubiera gustado. Tuvo que esperarlo. Cuando quería apoyarse para empujar, el pie se le iba, y eso delante de la cara de un toro es un gran peligro.
Andrés Palacios era consciente de como estaba el ruedo, pero no podía dejarse su toro en los chiqueros máxime después de las dos orejas que habían cortado cada uno de sus compañeros de terna. Y con esa mentalidad salió para poder arrancarle a “Inspirado” los apéndices, pero tan sólo pudo pasear una.

El presidente del festejo
El aplauso resumía la corrida
Con gran ilusión se preparaba la Goyesca en Almadén. Un hecho importante es que hayan ido al campo a seleccionar una corrida de garantía, de buenas hechuras, de lo mejor que hubiera en la finca, según apuntaba José Tejero, presidente del festejo y concejal de Asuntos Taurinos.
El ganadero
Desde el primer momentoSantiago Muñoz estaba muy ilusionado, no sólo con la corrida Goyesca sino con el proyecto de la plaza en sí. El año pasado quedaron contentos con la plaza. El objetivo era salir por la puerta grande junto a los matadores. Sino llega a ser por la mala suerte del tiempo, esta corrida se hubiera convertido en un éxito apoteósico, señalaba Tejero.
VAloración del festejo
Simplemente habiendo lidiado tan sólo tres toros y en las condiciones en las que se hizo, tanto en el primer toro, que luego fue a peor en el segundo y por último en el tercero, donde se puso impracticable. Los tres toros lidiados dejaron un buen sabor de boca, si hubiera hecho buen tiempo y el ruedo hubiera estado mejor, hubieran dado un mayor juego del que se vio en la plaza.
El público respondió con un aplauso cuando se anunció que se suspendía el festejo. Tejero manifestó que “ese aplauso resumía que apesar de ser media corrida la que pudieron ver, lo disfrutaron magníficamente. No se suele ver una media corrida tan buena como la que vimos el otro día, además estaban de acuerdo con la decisión”.

José Tejero Manzanares Presidente
“Satisfacción por la aptitud del público. A pesar de que nuestra plaza es una de las más cómodas, en el sentido de sentarnos con la anchura suficiente, quien estuvo bajo techo podía haber seguido disfrutando del festejo ”

El ganadero
Dar gracias a Dios de que no pasó nada
Rafael Ruiz Soria, veterinario de la ganadería de Jaralta se mostraba contento por el resultado del festejo, del medio espectáculo que se dio. Lo primero que dio gracias a Dios de que no ocurriera nada entre el aire y la lluvia. “Agradece a los toreros su gratitud ante la corrida. Y nosotros encantados sobre todo por los dos primeros. El tercero casi no se pudo ver. El primero fue muy bravo, el segundo flojito”. También dejó patente lo encantado que estaba con la solucción adoptada de volver a repetir cartel en Feria.

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