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14 marzo 2008

Renace con su poesía el torero que lleva dentro Miguel Flores

Miguel Flores deleitó con su poesía y su verbo a los asistentes de la última tertulia dentro del ciclo “El Romanticismo en la Fiesta de los Toros”. Su vinculación con Ciudad Real es desde hace veinticinco años con la familia Víctor y Marín.




Un broche de oro en el ciclo de conferencias organizado por el Ateneo Taurino Manchego. Ese fue el que puso Miguel Flores. De por sí que los días anteriores los aficionados habían quedado encantados con las intervenciones de Curro Díaz, José María Garzón y Fernando Cuadri. La de Miguel Flores despertó las pasiones en los asistentes con su poesía.
El único poeta apoderado que existe dentro del orbe taurino comenzó a recitar un pequeño verso en el que habló de su nacimiento y los sitios por los que se ha ido criando.

Malagueño, “criao en Graná”, llega a
Sevilla,madre del arte
con su gracia soberana
y sus rincones toreros
Triana, Pañoleta y Camas.

Su etapa de novillero
Antonio Espadas fue el encargado de presentar a este romántico de los toros. Quiso profundizar en su etapa de novillero, en la que Miguel Flores recordó sus principios. Donde de Camas se tuvo que desplazar hasta Salamanca para probar suerte, pero cómo sería el trato que le dieron que se quedó durante siete años, y eso que tan sólo se fue con quinientas pesetas.
Quizás la anécdota que más caló en los asistentes fue cuando Miguel Flores contó como se apoderó a sí mismo. El gusanillo le volvió a inundar y reapareció, en esta ocasión con el nombre de El Camborio, en memoria al poema que escribiera García Lorca. En esta ocasión sería el propio Miguel Flores quien hiciera las funciones de apoderado, promocionando a su torero como: El Camborio, la sombra de “Curro Puya”.
Y no iba a ser menos El Camborio y no tener un poema para él solo. Así comienza esta poesía de gran calidad que recitó Miguel Flores como regalo para los que allí se dieron cita.

Y es que...
¿A quién no gusta, comadre,
ver a un ángel torear?

¿Ha dicho un ángel, comadre?
¡Todo es poco, “Soleá”!
Que este cordobés torea
¡Como los ángeles...
quisieran torear!

Gran éxito los tres días
Acompañando los versos de este gran poeta llamado Miguel Flores estuvo el compás de la guitarra de Álvaro Ruiz “El Duende”. Un joven que promete.
Mi enhorabuena al Ateneo y en especial a Manuel Hervás por ofrecernos tres días sensacionales.