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11 abril 2008

Tras la huella de los herederos con sangre jijona en Linares

Si un aficionado ve un toro con la cornamenta abierta y de nuca estrecha, llega a la conclusión de que esos rasgos son característicos del toro jijón. En la ganadería de Mariano Sanz se pueden ver los descendientes de Casta Jijona.

Aunque el toro de Casta Jijona haya desaparecido, sus genes aún siguen dentro de la cabaña de bravo español. No son muchas las ganaderías que conservan parte de esta sangre. Un ejemplo de ello son los toros que cría Mariano Sanz. En la finca “Cañada Incosa”, en el término municipal de Linares, pastan estos ejemplares; por sus venas corre sangre jijona, aunque está mezclada con otros encastes. A pesar de la mezcla estos toros bravos conservan los rasgos de sus antepasados.
Quién le iba a decir a la Asoción “Casta Jijona” hace seis meses, que llegarían a ver a descendientes de los toros que se criaron en sus tiempos en Villarrubia de los Ojos. Este encaste que había desaparecido, o mejor dicho al que se le había perdido la pista, vuelve a recuperarse gracias a la labor de los miembros de la asociación que quieren criar este toro.

Siguiendo la pista
La junta directiva de la asociación viajó el pasado sábado hasta Linares, concretamente a la finca “Cañada Incosa” propiedad de Mariano Sanz. Allí in situ comprobaron los rasgos jijones que ellos buscan en un toro.
Ese encuentro sirvió para cambiar impresiones con el ganadero y sobre todo, aportar ideas. Mariano Sanz propuso que se organizara una corrida concurso entre las distintas ganaderías de casta jijona. Idea muy interesantes para los amantes del toro bravo.
Por su parte, los miembros de la asociación invitaron al ganadero a las próximas tertulias que van a organizar sobre el toro jijón, para que hable sobre la evolución de la ganadería y sus intenciones en el futuro.
La singular belleza de estos ejemplares se puede ver en las distintas instantáneas tomadas por Manuel Zamora el sábado.