ir arriba

16 mayo 2008

«Para mí el toro es el animal más importante que existe»

Eduardo Dávila Miura ha dado un giro a su carrera como lo hacen muchos matadores de toros. Ahora es ganadero y de casta le viene por los cuatro costados por una parte la de Dávila y por otra la de Miura, pero él ha optado por la línea torerista y ha formado su ganadería con la rama de su tío Sancho. El 23 de mayo lidia en Fuente el Fresno una novillada y al día siguiente se vestirá de corto.

—De matador de toros a ganadero, la pregunta es casi obligada, ¿cómo surgió la idea, aunque su familia sea ganadera?
—Claro, siempre me había hecho ilusión el tema de la ganadería, porque yo soy un torero que salgo del campo. Me he hecho mucho en el campo. Siempre tuve claro el concepto del toreo con una personalidad muy marcada por el campo. Una vez ya después de haber toreado. Tanto a mí como a mis hermanos nos hacía ilusión el tema de tener una punta de vacas bravas. Y hablé con mi tío Sancho, me vendió un lote de vacas, que es el que tenemos con mucha ilusión. Sin pretensión ninguna de nada fuera de lo normal pero sí para divertirnos y para tener lo que nos gusta.
—¿Cuándo crearon la ganadería?
—Me parece que la tenemos desde hace tres o cuatro años. El año pasado fue lo primero que lidiamos, unos añojos en un pueblo al lado de Sevilla, en la Algaba. Hermanos de camada de los que se van a lidiar ahí. La verdad es que es una ganadería bastante hecha porque mi tío en su día le compró a Torrealta y Maribel Ybarra. Lo que pasa es que de aquí en adelante nosotros haremos la selección según nuestro criterio.
—Usted siendo torero y sabiendo lo que quieren lidiar el resto de sus compañeros, ¿qué tipo de selección va a hacer?
—Evidentemente una ganadería torerista, en el sentido de la línea Juan Pedro, Torrealta y Maribel Ybarra que mi tío Sancho siempre ha tenido con el aditivo de crear un toro que pueda acercar el éxito a los toreros. Particularmente, creo que cuando un toro sale bueno, es bueno para todo el mundo, para el torero, el ganadero y el público. Ese tipo de toro reúne características que creo que son en las que todos coincidimos. También como torero me han gustado los animales con bravura, que se han movido, que han transmitido al público, pero que han tenido nobleza, y sobre todo cuando se le han hecho las cosas bien han sido agradecidos de cara al torero. Creo que ese es el tipo de toro que pone de acuerdo a todo el mundo. Lo que pasa es que ese toro, está claro, que es difícil criarlo.
—¿Qué es más difícil: ser torero o ganadero?
—Creo que alrededor del toro es difícil todo. Ser torero evidentemente es muy difícil y ser ganadero también. Yo creo que hasta ser mozo espadas, ser periodista, empresario. Son cosas distintas lo que pasa es que yo por ejemplo pienso en torero y seguiré pensando toda mi vida en torero.
—¿Qué satisfacción puede llegar a sentir como ganadero, lógicamente el llegar a conseguir un toro que pueda embestir?
—Claro. Cuando es una cosa que llevan tantísimos ganaderos, tantísimos años y generación tras generación como ganadero pues me imagino que la gran satisfacción es enorme. A lo mejor comparable a la que puede sentir un torero cuando triunfa en una plaza importante. Me imagino cuando los ganaderos lidian un toro importante, bueno, como ellos lo han buscado, en una plaza importante, pues es una satisfacción grandísima. Creo que el toreo, en general para todo el mundo, da muchos disgustos pero también muchas satisfacciones.
—En Fuente el Fresno lidia una novillada con el hierro de Hermanos Dávila, ¿qué ejemplares va a traer?
—Van becerros bastante bonitos dentro de la ganadería que estamos hablando. Muy en línea Maribel Ybarra-Torrealta. Muy variada de pelo porque hay colorao, hay burraco y hay negro. Bastante bonito para el público de presentación. Yo lo que espero, sobre todo, es que embistan para que los chavales puedan disfrutar con ellos. Hombre la responsabilidad que yo tengo es intentar que los chavales que la toreen puedan disfrutar y puedan triunfar.
—¿Aparte de ganadero también va como torero a Fuente el Fresno al día siguiente?
—Exacto. La verdad es que sí, que voy a echar dos días. Muy ilusionado. A mí lo que más me gusta del mundo es torear y estar en contacto con mi mundo que es el toro. Lo voy a hacer un día como ganadero junto con mis hermanos y mi padre, que imagino que también vendrá, porque nos divierte ver los becerros. Pero sobre todo, siempre lo digo, que yo lo que soy es torero y lo que tengo es mentalidad de torero. Con la ilusión de poder disfrutar también el sábado, de cuajar un novillo y con la responsabilidad siempre que hago un paseíllo, aún estando retirado para mí esto es muy serio. Lo que deseo es poder cuajar un novillo allí y que la gente disfrute conmigo.
—Aunque se retiró el 12 de octubre de 2006 en La Maestranza, el año pasado toreó dos festivales. Si mal no recuerdo uno en España y otro en Quito.
—Exacto. Voy a seguir toreando festivales, porque te repito lo que me gusta es torear y estar en contacto con mi mundo. Considero que me gusta torear en el campo y si me siguen llamando para torear festivales pues la verdad es que es bonito hacerlo. Rebobino un poco la película mía de torero y llegué a ser torero empezando por los festivales. Porque salí del campo a torear festivales benéficos y fijate donde terminé. Puede ser un poco volver a donde comencé.
—¿Siente añoranza del día en que se retiró?
—Hombre hay momentos que sí. Me alegro de no estar toreando, porque como hemos dicho antes son muchos los momentos difíciles por los que pasa un torero. Muchos compromisos, mucha responsabilidad pero después evidentemente la profesión de torero para mí es la más bonita que existe. Entonces hay momentos en que lo echas de menos porque es una forma de vida. Porque durante 12 años de mi vida he estado haciendo eso y no es fácil empezar nueva vida. Lo que pasa es que la vida sigue y hay que seguir haciendo cosas.
—¿Qué tarde destacaría de sus 12 años que más llenó?
—A lo mejor por ahí ha habido toros importantísimos que he cuajado a gusto. Los toreros estamos muy supeditados al sitio en que lo hacemos. Quizás resumiendo a voz de pronto, Sevilla, siempre ha sido una plaza en la que he cuajado toros muy a gusto. Me he sentido muy querido. Pamplona, Bilbao... la verdad es que puedo presumir de haber toreado toros a gusto en sitios importantes, con lo cual siempre a los toreros nos viene muy bien. Después ha habido sitios de menos repercusión donde también los he cuajado a gusto. Pero quizás uno se acuerda más de esos sitios porque tienen una repercusión mayor.
—En Sevilla el día de su despedida dos orejas. No hubo Puerta del Príncipe pero casi.
—Casi, casi. La verdad es que fue una tarde muy bonita, muy emotiva, una tarde muy completa. Fue la despedida soñada, eso está claro. Hice el toreo de esa forma, creo que es lo que todos los toreros desean. También fue con un poco de tristeza porque es la última vez que te vistes de torero y son tardes de sensaciones encontradas. Por un lado alegría, por otro pena. Pero bueno, a mí en octubre cumplirá dos años y parece que fue ayer.
—¿Piensa en volver a vestirse de luces?
—No, espero que no. La verdad es que estoy enfocado mi vida en distintas cosas para conseguir eso. No tener una añoranza muy fuerte del toreo. Sé que no voy a encontrar en la vida nada tan apasionante como el toreo, porque para mí es lo que más me gusta. Pero creo que en la vida hay más cosas y uno cuando da un paso tiene que aprender a vivir de una forma paralela al toreo.
—Ahora en su etapa ganadera.
—Bueno sí, una cosa que nos ilusiona, que nos divierte y que te ayuda a estar al lado del animal que es el más importante que existe que para mí es el toro.

—Ilusión—
El ser ganadero junto a sus hermanos le ilusiona porque esta cerca del toro

—Responsabilidad—
Tanto cuando era torero como ahora que es ganadero siente una responsabilidad grande

—Torear—
Aunque está retirado seguirá toreando festivales y tentando en el campo

—Sevilla—
En su ciudad natal es donde más a gusto ha toreado Dávila miura en sus 12 años

Añoranza
Para mí la profesión de torero es la más bonita que existe. Hay muchos momentos en los que se echa de menos