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20 junio 2008

Esencia de arte y romanticismo al natural

El diestro cordobés José Luis Moreno dejó muestras de su esencia en el ruedo no logrando rubricar con la espada. Su actuación fue de lo más destacado de la tarde junto a los pares de banderillas de Félix Jesús Rodríguez al sexto.

Que un festejo comience con media hora de retraso puede producir inquietud entre los aficionados y sobre todo entre los toreros. El sábado pasado se hizo el paseíllo a las siete y media de la tarde, cuando estaba previsto a las siete, y fue porque todavía había gente sacando su entrada y accediendo al coso. Ese es un bello motivo por el que no importa retrasar el festejo, ya que es sinónimo de que interesa el espectáculo que se va a celebrar. Tan sólo se quedaron sin vender doscientas entradas.
Abría plaza el torero de Dos Torres, José Luis Moreno. Salió al tercio a recibir a su novillo donde lanceó con los pies juntos verónicas de ensueño. Mucho empaque en su toreo de capa. Con un enemigo con tanta nobleza se puede llegar a soñar el toreo, eso hizo José Luis Moreno y así lo vivieron los aficionados que se dieron cita en el coso de Alamillo, que estrenaba callejón.
Con mucha firmeza, hondura y profundidad toreó el cordobés. Los mejores momentos se vivieron por el pitón derecho. Pero como nada es perfecto en la vida, llegó el borrón de la faena. La espada. Dos pinchazos, estocada desprendida, vuelve a entra a matar y otro pinchazo. Hubo fuerte petición de oreja, pero el señor presidente no estimó la petición y no concedió la oreja. La seriedad reinaba en el palco. Un ejemplo claro de como se deben hacer las cosas, aunque en un festival se suele levantar un pelín la mano.
El segundo acartelado era Carnicerito de Úbeda. Verónicas de recibo rematando con media fue el saludo que realizó el jiennense. Ante sí tenía a un novillo muy correoso que no le dejaba colocarse para realizar una faena con más ligazón, y otro de los problemas del novillo era que no humillaba, por lo tanto Juan Antonio lo tuvo que lidiar a media altura, sin poder bajarle la mano, como le gusta a él torear. Aún así dejó momentos de un sabor especial que calaron en el tendido. Mató de estocada tendida y descabello.
El tercer novillo le correspondió en suerte al “gitanito” Antón Cortés. En un principio parecía que el de Hermanos Tornay no iba a dar buen juego, pero las tornas cambiaron cuando el de Albacete cogio la muleta. Lo entendió muy bien. Enseñándolo a embestir fue fabricando una faena con mucha armonía y temple. Le sacó todo lo bueno que tenía, aunque al principio quiso engancharlo y hacer presa, pero no tuvo consecuencias. Mató de una estocada, por ponerle algún defecto un pelín caída.
Luis Miguel Vázquez actuó en cuarto lugar. Se estiró a la verónica cerrando el saludo con una larga cordobesa. El inicio muleteril fue por ayudados por alto con ese estilo personal que tiene, que muy pocos pueden imitar. Su faena se basó en la mano baja, ligando los muletazos y llevando largo a su enemigo. Destacando los pases de pecho que fueron rematados de pitón a rabo. Rubricó su obra con una estocada caída.

Las banderillas
David Mora es uno de los toreros que desde que hace el paseíllo se ve lo competitivo que es. No deja desaprovechar ninguna oportunidad delante de la cara del toro. Sentado en el estribo dio la primera verónica. El novillo siguió su camino y no repitió, tuvo que llamar su atención para seguir toreando a la verónica sacándoselo a los medios. Compartió banderillas con Félix Jesús Rodríguez. No tuvo un enemigo que le acompañara en todo lo que le ofrecía, fue el peor novillo aún así dejó muletazos muy templados por ambos pitones. Mató de estocada casi entera.
Cerraba cartel el joven novillero Fernando Tendero. Ante la veteranía de sus compañeros de cartel no quiso pasar desapercibido. Salió a hacer su quite en el novillo anterior y fue arrollado por su enemigo sin calarle. Con su novillo dejó algunas verónicas sueltas. En banderillas puso tres pares a cual mejor Félix Jesús Rodríguez que en su pueblo lo obligaron a desmonterarse y no por paisanismo, sino porque realmente cuadró en la cara del novillo en las tres ocasiones. Fernando Tendero con la muleta sometió mucho al novillo bajándole la mano, tal vez eso hizo que no le respondiera como debía. Aunque por ambos pitones dejó bellos muletazos. Pinchazo y estocada casi entera para finalizar.

Ficha del festejo
Ganadería: Hermanos Tornay, de buen juego y bien presentados
José Luis Moreno: saludos en el tercio tras fuerte petición de oreja
Carnicerito de Úbeda: dos orejas
Antón Cortés: dos orejas y rabo
Luis Miguel Vázquez: dos orejas y rabo
David Mora: dos orejas
Fernando Tendero: una oreja
Incidencias: La plaza registró más de tres cuartos de entrada, en tarde calurosa.