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30 junio 2008

Los tres novilleros a hombros ante un ganado deslucido

Poco juego de los novillos de Juan Esquivel en la novillada picada de Villarta, donde los tres jóvenes salieron a hombros por torear a ejemplares con tan poca casta y raza como los que salieron por chiqueros.

El toro es el elemento clave en la fiesta de los toros. Si tiene casta el torero puede hacer una faena que llegue al tendido, pero si carece de ella, el espectáculo se va al traste. Eso pasó el sábado en Villarta de San Juan, los novillos de Juan Esquivel salieron sin raza y poco se pudo hacer, aunque las ganas de los novilleros fueran muchas.
Día especial para Paco Gallego que debutaba con los del castoreño, por lo menos tuvo la suerte que su primer novillo fuera el más potable de todo el encierro. De nombre "Abencejo" y marcado con el número 52 permitió el toreo del sur de Paco Gallego. A la verónica es como lo recibe, realizando los mejores lances en los medios, donde logró estirarse y sentir lo que estaba haciendo. Al principio de la faena le costó acoplarse a la embestida del de Esquivel, pero cuando lo logró dejó bellas tandas por ambos pitones que le valieron junto con la estocada y el descabello el corte de las orejas. Otra historia fue la que protagonizó con el sexto de la tarde. Salió desconfiado desde el principio y no supo ver que por el pitón derecho, el más potable, le podía haber realizado la faena. Abrevió. Con la espada tampoco estuvo muy acertado.

Triunfador
El local Fernando Tendero se topó con dos ejemplares que no le permitieron poner en práctica su estilo. El primero parecía que tenía un problema en el ojo derecho, por lo tanto la faena la tuvo que componer por el izquierdo, dejando algunos muletazos de calidad. Una muy buena estocada que no necesitó puntilla puso fin a la vida del animal. El segundo nos quedó la incognita de como sería, ya que en el caballo le dieron demás y para la muleta llegó sin fuerzas. Con mucha voluntad, Tendero consiguió sacarle algunos pases. Mató de media estocada y descabello. El público le pidió la oreja, pero Fernando Tendero sabía que esa oreja no se la había merecido puesto que no tenía oponente, por lo tanto decidió dar la vuelta al ruedo sin el trofeo. Gesto que le honra. Pocos toreros cuentan con esa honradez dentro de la plaza, por mucho que estén toreando en su tierra.

Sin opciones
Abría cartel José Germán que sustituía a Francisco Expósito. Ante su primero, un manso de solemnidad, no pudo hacer nada. Anduvo todo el rato detrás del rajado novillo e intentando sacarle pases pegado a tablas. Dos pinchazos y estocada caída para rubricar la pobre obra. Sin embargo, el cuarto tenía otra calidad. Un novillo que había que dejarle sitio porque si estabas muy encima de él lo ahogabas, y eso le pasó un poco a José Germán. Mató de estocada que hizo guardia, volvió a entrar a matar para dejar una estocada tendida.
La afición premió a los novilleros por el esfuerzo que hicieron ante un ganado que no le dio opciones. Al final hubo decepción por parte de todos, porque cuando se espera que todo salga bien y además se hacen las cosas en condiciones esto desanima.

Ficha del festejo

Ganadería: Seis novillos de Juan Esquivel, mansos y desrazados, tan sólo el tercero dio un poco más de juego
José Germán: silencio y dos orejas
Fernando Tendero: dos orejas y rabo y oreja
Paco Gallego: que debutaba con los del castoreño, dos orejas y ovación
Incidencias: la plaza registró algo más de media entrada en tarde de mucho calor. Destacar la actuación de Félix Jesús Rodríguez y Valentín Cuevas en la brega.