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05 septiembre 2008

El valor y la lucha de un torero de raza: Aníbal Ruiz

Aníbal Ruiz es uno de esos toreros que parece que no cuentan para los empresarios de postín. Y craso error el de estos hombres por no tener en cuenta a este joven, que está ahora mismo en lo mejor de su carrera por su madurez.

Alos hombres se les mide en muchas ocasiones por sus gestas. Así es como hay que medir la actuación de Aníbal Ruiz el pasado sábado. Gran gesta la de volver a salir a torear a su segundo enemigo, pero más aún hacerlo el día siguiente con esa cornada que tenía en el muslo. Este joven torero demostró que tiene mucha raza.
La faena al primer toro fue una de las mejores actuaciones del diestro alcazareño. En ella hubo hondura, profundidad y temple. Hubo una tanda de naturales que hicieron estremecerse a los aficionados, por la belleza con la que se dibujaba el muletazo en el albero. Aníbal Ruiz recuerda: “Me sentí muy bien, porque el primer toro lo cuajé muy bien con el capote. Todo se estaba desarrollando muy bien. El toro fue muy bravo”. Tal vez lo que más le interesa saber al respetable es cómo cuajó a ese bravo toro de Los Palancares, de esta forma lo describe el diestro: “Con la muleta alcancé momentos buenos. Lo toreé sobre todo muy bien con la mano izquierda, por la derecha también. Hubo un momento en los que me pude olvidar de que el muletazo iba bien y preocuparme un poco de acompañar con el cuerpo. De hacerlo bonito cuando ya estaba dominado el toro”. Asegura que “fue una faena muy bonita”. Esa faena gustó bastante al público que se dio cita en Puertollano y no querían que se terminara, querían que Aníbal siguiera toreando, y así lo hizo el diestro. Incluso llegó a pensar que “era un toro de perdonarle la vida”. Siguió toreando con la izquierda y al ceñírselo demasida fue cuando llegó la cogida.
El diestro se siente muy orgulloso de haber salido a matar el segundo toro, porque no salió a cumplir el expediente, como se pudo comprobar, sino que hizo una faena de auténtico torero.

El día después
No terminó ahí su gesta. Al día siguiente volvió a enfundarse el vestido de torear, ya que el compromiso que tenía era inaludible: Alcázar de San Juan. Su tierra natal. Y allí estuvo a la altura, a pesar de tener esa cornada y estar pendiente de volver a operarse. La sensación que le ha quedado a Aníbal Ruiz de la tarde del domingo es de una gran satisfacción, porque es de esas tardes que “te llenan por dentro y te sientes orgulloso”.
Lo que más le ha marcado ha sido la respuesta de la gente de Puertollano, recuerda como cuando daba la vuelta al ruedo había gente que estaba llorando, eso es los que “me da fuerzas para seguir adelante”, señala.
Pendiente de una posible operación, al descubrirle que tras operarlo que había otra trayectoria que afectaba a una parte muscular que estaba rota, fue a ver a Rafael Ruiz Ruiz, cirujano jefe de Ciudad Real, que le dijo lo mismo que el cirujano jefe de Las Ventas, Máximo García Padros. Hasta que no termine la temporada no pasará por quirófano, si es necesario, ya que la operación que le han hecho está bien.

Próximos festejos
Día 5 de septiembre: Menasalvas.
Día 6 de septiembre: La Iglesuelas de Ávila
Día 7 de septiembre: Argamasilla de Alba
Día 8 de septiembre: El Castillo de Bayuela
Día 10 de septiembre: Oropesa
Día 14 de septiembre: Malagón
Día 15 de septiembre: San Pablo de los Montes
Día 18de septiembre: Almodóvar

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Algunos, "pasamos de Eurocopa", para ver a Anibal en Las Ventas,pero no tuvo la suerte de cruzarse con el 1º toro de Puertollano (Palancares), De haber sido así,hubiera tenido alguna repercusión más, aunque tambien vimos como el público, fué más o menos como en Puertollano...Para llenar plazas, están El Fandi, Ordoñez...Pero así va la fiesta, unos hacen el esfuerzo para ser toreros, mejorando día a día, y otros, con la risita les vale...Suerte Anibal, que la mereces. Un abrazo. Manolo.

10:44  

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