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01 octubre 2008

Dos indultos en la última semana de la temporada

La semana pasada se produjeron en la provincia dos indultos. Uno de ellos sucedió en Torralba de Calatrava, el pasado día 16 de septiembre, donde un ejemplar de la ganadería de Antonio Bañuelos fue indultado por Finito de Córdoba. El otro fue en Almodóvar del Campo el día 19 de septiembre, un astado de Alcurrucén lidiado por Juan Bautista. ¿Pero realmente fueron merecedores de indulto estos dos toros?
Los más puristas dirán que no. Lo primero porque las plazas para que un toro sea indultado tienen que ser de primera o segunda categoría, no de tercera y portátil como es el caso que nos acontece. Por ahí ya vamos mal. Aunque en muchas ocasiones no importa donde se indulte un animal, lo que importa es su bravura.
El otro punto que destacarían los llamados puristas, es las veces que entró al caballo, que practicamente, en los dos casos fueron nulas. Tan sólo un picotazo. En el caballo es donde se demuestra la bravura, según su acometividad, pero ni "Desafiador" ni "Heredero" la mostraron. Lo que mostraron fue su gran nobleza.
Por otra parte, la cabaña de bravo no puede andar privándose de no indultar a toros en las plazas de España. Están muy necesitadas de casta, y si un toro sale con una calidad extraordinaria, por qué no indultarlo, si además lo reclama el respetable. Siempre con el reclamo o del empresario, ganadero o el propio torero, que son los primeros en incitar al público para que pidan dicho indulto.
Pues sí, en lo que llevamos de temporada no se había indultado ningún astado, y tuvo que llegar la última semana de la temporada taurina en la provincia, para vivir un hecho histórico. Dos indultos en la provincia. Dos toros de gran nobleza y calidad que embestían con el morro por los suelos, que obedecían a los toques de muleta de sus matadores. Y es que cuando alguien tiene esa calidad por qué andar mirando el reglamento taurino. Es lo que se dirán muchos de los que sacaron el pañuelo para solicitar el indulto.
Lo que no saben muchas de las personas que acuden a las plazas, es que no todos los toros que se indultan son merecedores de padrear. Es el ganadero el que decide si dejar con vida a ese toro o por el contrario no hacerlo. Por el momento tanto "Desafiador" herrado con el número 56 de la ganadería de Antonio Bañuelos como "Heredero" marcado con el número 293 de la vacada de Alcurrucén, están en el campo curándose las heridas producidas tanto por la puya como por banderillas.
No quería dejar en el olvido a "Pitero" hermano de camada de "Heredero" que fue un gran toro, incluso se le vio más en el caballo que a su hermano, pero por los gajes del oficio unos viven y otros sin embargo no.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pitero, que fue el toro que hirió a Villalpando, lidiado en tercer lugar, en A. Del Campo, y al que Tejela arrancó 2 orejas,también merecía estar vivo...visto lo visto, ya que como bien dices, no anda muy sobrada la cabaña de bravo. Manolo

18:42  

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