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17 octubre 2008

La última vara de su vida

El picador ciudadrealeño Ramón Lorente falleció el pasado viernes tras una larga enfermedad. La gran familia del toro le recordará como lo que fue, un hombre afable y entrañable en todos los ámbitos de la vida.

Quiso el destino que fuera el pasado viernes, 10 de octubre, cuando Ramón Lorente pusiera la última vara de su vida. Vara que llegaría a clavar a su llegada al cielo. Allí compartirá el burladero del cielo con el resto de sus compañeros ya desaparecidos.
No sólo lo echará de menos su familia si no también sus grandes amigos. Incluso muchos de los aficionados que el próximo año en la corrida de rejones miren al palco presidencial. Allí ya no estará Ramón Lorente, pero sí que estará presente durante todos los festejos, ya que sus cenizas reposan en el albero, entremezclándose con esa arena que tantas alegrías le dieron antaño, y que ahora se la están dando a su yerno, Juan Charco. Fue él quien esparció sus cenizas, recordando el lugar donde lanzó la pica en repetidas ocasiones en la corrida concurso de la feria. En esta ocasión, Lorente estaba en el tendido viendo la corrida, y seguro que al final del festejo ambos comentaron lo sucedido esa tarde.
Ramón Lorente se sentirá orgulloso de su familia, ya que todos sus deseos se han cumplido. Uno de ellos, y tal vez el más importante, era que sus cenizas se esparcieran en el ruedo de su plaza, y así se cumplió su última voluntad. Un reducido grupo de familiares y amigos fue testigo de tal acontecimiento.

Sus comienzos
Allá por el año 1947 fue cuando Ramón Lorente comenzó a ejercer de picador. Sería en el coso de Las Arenas donde se iniciaría. Ya en el año 1952 comenzaría a picar por libre. Fueron tres décadas las que estuvo manejando la vara con soltura. Era de los varilargueros que no rectificaba y echaba el palo muy largo, ejecutando la suerte a la perfección.
Lorente fue el picador de tres toreros de la tierra. Durante catorce años lo fue de Calatraveño, también estuvo en la cuadrilla de Lorenzo Manuel Villalta y de Antonio Sánchez Puerto.
Durante todos los años que estuvo de picador recibió varios premios, uno de los más destacados es el “Quijote de Oro”. Este trofeo se le concedió en tres ocasiones, en los años 1972, 1973 y 1975, al ejecutar la mejor vara en la feria de Ciudad Real. Fueron importantes sus actuaciones en las plazas de Las Ventas y de Valencia.
En la actualidad el Club Taurino de Almodóvar entrega un premio que lleva su nombre.