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06 febrero 2009

El toreo clásico y la juventud de Martín triunfan en Atarfe

Desde que a Miguel Ángel Martín le dijeron que se había clasificado para la final del III Certamen del rejoneo de Atarfe su entrenamiento ha sido duro. Todo ese esfuerzo se ha vuelto a ver compensado al proclamarse triunfador.
La constancia y el sacrificio son las reglas básicas en la preparación de Miguel Ángel Martín. Sabe que todos los días tiene que entrenar con sus caballos, puesto que en el trabajo del día a día se va a ver la recompensa a tanto esfuerzo. De hecho el pasado domingo recogió uno de los frutos que sembró el año pasado. Martín ha sido el triunfador del III Certamen del rejoneo de Atarfe. Gracias a su entrega y sobre todo, a su forma de torear. Un toreo el suyo que llega a los tendidos. No en vano en sus dos actuaciones en el coliseo de Atarfe ha conquistado el corazón del respetable. Miguel Ángel Martín tiene juventud, lo cual es un aval importante, y también un sello personal, su toreo clásico. Dos alicientes importantes que le han servido para conquistar uno de sus sueños en la presente temporada.
Aunque el primer objetivo planteado para el 2009 haya sido el conseguir ser el triunfador del certamen de Atarfe, va a seguir trabajando para lograr triunfar en todas las plazas en las que haga el paseíllo. Ya en su día el poeta y dramaturgo alemán, Johann W. Goethe dijo: “Un gran sacrificio resulta fácil; los que resultan difíciles son los continuos pequeños sacrificios”. Aunque Miguel Ángel Martín ya entiende de sacrificios, de estar desde por la mañana temprano hasta bien tarde montando a sus caballos, ya que es fundamental el buen entendimiento entre el hombre y el animal para que a la hora de enfrentarse al toro se coordinen a la perfección, puesto que el caballo y el rejoneador deben ser uno, al igual que lo es la muleta y el capote con el torero de a pie.
El pasado domingo, Miguel Ángel Martín demostró que no está en el mundo del rejoneo por casualidad. Con dos actuaciones muy dignas consiguió cortar dos y una oreja, como sucediera en su anterior actuación. De ella cabe destacar, sobre todo, el tercio de banderillas donde dejó un par con dos manos muy bueno en todo lo alto. En esta ocasión, el rejón de castigo no se la jugó.
Como algo “inexplicable” definió Martín la sensación que tuvo cuando dijeron que el rejón de oro le había correspondido. Algo que esperaba pero que nunca llegas a creer que conseguirás. En esta ocasión ha sido un sueño hecho realidad, a pesar de que poco ha sido el tiempo que ha tenido para soñar, ya que el trabajo duro ha hecho mella, y por las noches le permitía soñar poco.
Lo mismo le pasó la noche del triunfo, consiguió dormir. Otra cosa es lo que soñó, pero seguro que recordó todo lo bueno que sucedió en el ruedo. Incluso el buen humor de Martín le permite bromear con el sueño diciendo que “incluso se quedaba dormido de pie”.
No sólo ha conquistado el rejón de oro otorgado por Canal Sur Televisión sino que también ha conseguido una potra domada por Joao Moura.. Este trofeo tan valioso ya está en la cuadra de Miguel Ángel Martín.

Balance del certamen
El rejoneador ciudadrealeño no quiere destacar su actuación sino que prefiere hablar de sus caballos, es un hombre modesto al cual el trabajo le honra. Al hacer balance de sus actuaciones en el coliseo de Atarfe destaca su conexión con el público, ya que supo transmitir en todo momento su toreo.
Ahora le queda mirar al futuro y seguir trabajando duro. Es muy probable que de esta actuación le salgan muchas más. De momento es pronto para contar con esos contratos, pero no tardarán en llegar, puesto que mimbres hay para estar en las ferias importantes. En la feria de Ciudad Real se le está esperando pero hasta agosto queda aún mucho tiempo y antes tiene que torear en más sitios. El apoderado de Martín ya tiene algunas fechas para que el rejoneador vuelva a cuajar dos buenas actuaciones. Este va a ser el año en el que va a refrendar los triunfos obtenidos en 2008 y donde se va a consagrar como caballero del rejoneo, puesto que cuenta con una cuadra muy importante.

Apuesta fuerte
El empresario de Atarfe, Pedro Pérez “Chicote” apostó por la juventud en este certamen y sobre todo por Miguel Ángel Martín, no erró en su apuesta. Muchos le consideraron loco cuando lo dijo, pero ha sido un loco muy cuerdo. Sabía muy bien por quien apostaba ya que el año pasado le había dado la alternativa en Ciudad Real con motivo de su feria taurina. Sabía de la calidad de este joven rejoneador y de la preparación de sus caballos. Fue testigo de ese triunfo al igual que lo ha sido de sus dos actuaciones en el coliseo de Atarfe.

Miguel Ángel Martín
“Me encontré muy a gusto y disfrutando mucho”
“Fueron actuaciones limpias con mucha conexión con el público, donde me encontré muy a gusto y disfrutando mucho, que es lo fundamental. Los caballos estuvieron también muy bien y con el rejón de castigo estuve más acertado”.

Pedro Pérez "Chicote"
“Ha sido una final muy justa y muy espectacular”
“Muy contento por como se ha desarrollado el certamen. Me ha gustado éste mucho más por el nivel que ha habido. Ha sido una final muy justa y muy espectacular Un ambientazo tremendo, era un contraste, porque fuera hacía un frío y dentro era una candela”.

El rejón de oro, trofeo de Canal Sur para Miguel Ángel Martín
El ganador del III Certamen de rejones de Atarfe no sólo se llevaba una potra domada por Joao Moura sino que también obtenía el rejón de oro como reconocimiento por haber quedado el primero dentro del certamen. Un certamen que se organiza en Atarfe para rejoneadores y que cada año está cogiendo más auge. En la final se colgó el cartel de “no hay billetes”.

Su forma de torear llegó al tendido de la plaza de Atarfe
Miguel Ángel Martín es un rejoneador poco conocido en tierras del sur. Era la primera vez que lo veían en Atarfe, pero desde el primer día supo ganarse al respetable, por ello pasó a la final. Fue en la tarde del domingo donde terminó de conquistar los corazones de los aficionados, se convirtió en el triunfador del certamen. Un joven que muy pocos habían escuchado hablar de él, y con tan sólo un año de alternativa, pero la juventud no está reñida con la calidad del toreo.