Con el cartel de “no hay billetes” colgado desde por la mañana temprano en las taquillas de la plaza de Illescas, daba comienzo la final de la VII edición del Certamen Puerta Grande. Cuatro finalistas y tan sólo un triunfador, en esta ocasión Christian Escribano.
Hace mucho que una novillada no despertaba tanta expectación en el ruedo. El pasado domingo en la final del Certamen Puerta Grande se colgó el cartel de no hay billetes. Muchos se quedaron con las ganas de disfrutar del festejo en directo y se tuvieron que conformar con verlo por la tele. Resulta que la final era sinónimo de espectáculo y toreo: el que ofrecieron Fernando Tendero, Miguel Tendero, José María Arenas y Christian Escribano.
Cuatro jóvenes que aspiraban a convertirse en el mejor del certamen con muchas miradas pendientes de ellos. En los tendidos y el callejón muchas caras conocidas, desde los miembros del jurado, pasando por la presentadora Teresa Viejo, el hijo del famoso cantante de copla Juan Valderrama, y los matadores de toros Manuel Amador, Andrés Palacios y El Niño de la Taurina, entre otros.
El cartel
Abría plaza Fernando Tendero, al que los nervios y la responsabilidad de ser el primero le jugaron alguna mala pasada en algunos momentos de la lidia. Saludó a la verónica a su primer enemigo, que de salida no se empleó en los trastos de Fernando. Con la muleta quiso rajarse, pero estuvo atento el de Villarta para que eso no pasara. Pudo robarle una buena tanda de naturales, sin llegar a la ligazón. Una estocada fue el punto y final de este primero de Alcurrucén.
En el quinto, se volvió a ver al Fernando Tendero con ganas de resolver la papeleta que tenía delante, sabiendo que no tenía un gran enemigo para el lucimiento. Aún así supo estar delante de su enemigo y hacer una faena que fue de menos a más. Esta vez la mala suerte con la espada volvió a evidenciarse.
Miguel Tendero volvió a pechar con el peor lote. A su primero lo recibió con un remix de lances con el capote. Con la muleta tuvo que sujetarlo para que el novillo no se fuera a tablas, aunque al final fue donde terminó. Pinchó, para posteriormente darle una estocada caída. A ambos ejemplares los dejó crudos en el caballo, pero ninguno de los dos les sirvió para realizar su toreo con la muleta. El sexto estuvo muy distraido toda la tarde. Lo mató muy mal de un bajonazo.
José María Arenas mostró su tauromaquia en los tres tercios, con el capote toreó a la verónica, y con la muleta supo ceñírselo muy bien bajándole la mano en todo momento. Aunque en su primero podía haber templado un poco la embestida del novillo, para lucir más en el ruedo. Al tirarse a matar a la primera no dejó el estoque, pero luego dejó una media tendia.
Arenas tuvo la suerte que le tocó el mejor ejemplar del encierro, al que le dieron la vuelta al ruedo. Premio que se le otorga a los novillos bravos. El presidente calificó de bravo a “Pianista” herrado con el número 55 del hierro de Lozano Hermanos. En todos los tercios estuvo muy bullidor Arenas, con ganas del triunfo final. Se lo pasó muy cerca y le recetó una estocada, que le sirvieron para concederle dos orejas.
El triunfador
Christian Escribano se ganó el ser el triunfador del VII Certamen de Puerta Grande por el gusto y el sabor que dejó impreso en el albero de Illescas.
Al cuarto de la tarde lo recibió con un buen ramillete de verónicas que calaron hondo en el tendido. Su faena muleteril estuvo cargada de pinturería, de ese toreo hondo y del caro que muy pocos saben derrochar. Faena de arte que supo rubricar con la espada. El octavo del encierro le plantó dificultades, pero supo atajarlas y demostrar que no está en esto por casualidad, que su nombre debe ir sonando entre toda la afición de España, puesto que tiene mucho que decir aún. Pinchazo y media estocada fueron el resumen del final de su actuación, pero ello no le impidió que el jurado lo calificara como el mejor del Certamen.
Ficha técnica
Novillos: Se han lidiado cuatro de Alcurrucén (1º, 3º, 4º y 6º) y cuatro de Lozanos Hermanos, (2º, 5º, 7º y 8º) de juego desigual, destacando el séptimo que se le dio la vuelta al ruedo.
Fernando Tendero: oreja y ovación tras aviso
Miguel Tendero: oreja y ovación tras aviso
José María Arenas: oreja tras aviso y dos orejas
Christian Escribano: dos orejas tra aviso y oreja
Entrada: La plaza registró lleno, en tarde calurosa
Ambos Tenderos tan sólo pudieron pasear una oreja
No tuvieron suerte ninguno de los Tenderos en la final de Puerta Grande, tan sólo una oreja fue el resultado artístico de ambos. Fernando volvió a fallar con la espada como le sucediera en la semifinal, y Miguel volvió a pechar con el peor lote de todo el encierro. Aún así se han visto las manera y ganas que tienen estos dos jóvenes por abrirse un hueco en el escalafón superior.
Caras conocidas de toreros en el callejón
En el callejón de la plaza de Illescas se vieron caras conocidas del mundo del toro, entre ellas las de los matadores de toros Manuel Amador y Andrés Palacios, también los ganaderos del hierro que se lidiaba, los hermanos Lozano y sus hijos, y en el tendido Juan Valderrama.
Tres orejas obtuvo Arenas en la Final
Cortó los mismos apéndices que Christian Escribano, pero José María Arenas no fue el ganador del Certamen, tal vez la personalidad y el estilo de torear de Escribano calaron en el jurado. Arenas estuvo presente en todos los tercios, en algunos muy bullidor.
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