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09 abril 2010

De Manolete a Emilio Bresó, parecidos razonables

Las comparaciones siempre son odiosas, pero en este caso benditas sean, puesto que la comparación entre dos toreros de dos siglos diferentes y con la misma personalidad es lo que marca a los aficionados.
Dos siglos, dos conceptos iguales, el del toreo por derecho, vertical, quedándose muy quieto y enganchando al cornúpeta desde alante para rematarlo atrás. Aunque haya transcurrido un siglo desde la tauromaquia de Manolete hasta la de Emilio Bresó, que está aún por pulir, los parecidos entre ambos son muy destacables. Prueba de ellos son las fotografías que se conservan del diestro cordobés Manuel Rodríguez Manolete, con las más recientes de este joven de Almadenejos, Emilio Bresó.
El cuarto califa de Córdoba nació en el seno de una familia taurina, aunque su madre quiso que no fuera torero como su padre, pero la sangre que corría por sus venas pudo más que los intentos de su madre. Sin embargo, Emilio Bresó no desciende de familia torera, pero sí ha sentido desde muy pequeño el gusanillo por este mundo. Y se ha puesto delante de las becerras sin importarle los revolcones que recibía, ya que enseguida volvía a colocarse en su sitio y citar de nuevo al animal. Esa quietud ha sido siempre sinónimo de su personalidad. Una personalidad que se ve reflejada en su seriedad, como le pasara en su época a Manolete. Ambos son toreros que no se ganan al público con la sonrisa en los labios, sino que entran por derecho, con el sentimiento torero interpretado en su muleta.

Huella
Como Manolete dejara, en el aficionado, esa huella imborrable de su personalidad, así lo hace Emilio Bresó. No hace mucho, el guitarrista flamenco Vicente Amigo pudo contemplar el toreo de Bresó en un tentadero en la finca cordobesa de Jaralta, donde iba de tapia el novillero, quedándose prendado de la tauromaquia del joven aprendiz. Con su personalidad cautivó a este aficionado del toreo.
Es más, no sólo cautivó a Vicente Amigo, sino que en tierras cordobesas ya se habla de este aprendiz de torero. El runrún y el boca a boca entre los taurinos y aficionados al arte de Cúchares ha empezado a correr, como sucediera hace un siglo cuando Manolete daba sus primeros lances.

Humildad
Otra de las características y similitudes que tiene Bresó con el cuarto califa de Córdoba es la humildad, una virtud que no deber perder, para así conseguir el respeto de sus compañeros y sobre todo de la afición, como lo hiciera en su día el gran torero que fue Manuel Rodríguez ‘Manolete’, puesto que por eso y por muchos otros motivos fue grande.

Biografía
Manuel Rodríguez ‘Manolete’: Nació en Córdoba, el 4 de julio de 1917. Fue uno de los grandes toreros de España en la década de 1940. Su muerte en la plaza de toros de Linares, causada por la profunda cornada que le asestó el miura Islero al entrar a matar, le convirtió en un mito de la España de la posguerra, aquel famoso 29 de agosto de 1947.
Emilio Bresó: Nacido en Almadenejos, Ciudad Real, el 22 de abril de 1992, aprendiz de torero que tiene muchas probabilidades de convertirse en una figura de la tauromaquia.

1 Comments:

Blogger Higorca Gómez Carrasco said...

Esa es la verdad, se puede ser muy bueno en cada una de nuestras artes, en este caso el toreo, pero se es más grande aquel que lleva por bandera su humildad, su bien hacer, por que nos se fija en nadie, nada más que en seguir aprendiendo cada día, mejorar para su bien y el de los demás.
Abrazos.

15:55  

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