Tres días de gran actividad taurina los vividos el pasado fin de semana por la peña ‘El Capote’ de Alcázar de San Juan, en la que el primer día hubo grandes dosis de emoción al recordar al torero Reina Rincón.
el pasado viernes dieron comienzo las XXVIII conferencias y galas taurinas de la peña alcazareña ‘El Capote’. Tres días intensos donde los aficionados pudieron disfrutar de las sabias palabras de los conferenciantes y de un día de campo, viendo el hábitat del toro bravo.
El primer día la conferencia versaba sobre lo que cuesta ser padre de torero, no sólo en el ámbito personal, sino también profesional, porque todos han acompañado y acompañan a sus hijos durante su profesión, ya que no hay nada más grande para un padre que sentirse orgulloso de su hijo, y sobre todo compartir con ellos los días de alegría. Por ello, la peña ‘El Capote’ quiso rendir un pequeño homenaje a estos hombres que en silencio sufren por la carrera de sus hijos. Sienten los mismos miedos y alegrías que ellos, aunque de una manera distinta, ya que se preocupan por lo que les pueda suceder, ese miedo escénico al que se refería Pepe Reina porque no salieran las cosas bien, puesto que de sobra sabía las condiciones que tenía su hijo para afrontar una tarde de toros.
Abría cartel, y no por ser la más veterano ni tener un hijo torero, la redactora de este medio, Raquel Montero, la cual habló de su trabajo dentro del mundo de los toros, y la pasión que siente por este mundo del toro, la cual refleja con su fotografía y sus crónicas.
A continuación, José Tomás Reina, habló en memoria de su hijo, fue la primera vez que lo hacía en público pero supo lidiar y echar un capote a más de uno, con cierto arte. Aseguró que fue su hijo, el desaparecido Reina Rincón, quien le introdujo en el mundo de los toros, a pesar de que él era un humilde aficionado, pero su Reina le inculcó a su padre la pasión por este mundo. Un legado, que en esta ocasión no se ha dejado de padres a hijos, sino al revés, de hijo a padre, aunque suene raro.
David Tendero, el más novel de todos los padres de toreros y quien aún tiene a su hijo en activo, en esta ocasión el novillero Fernando Tendero, que muy pronto pasará a ocupar un hueco dentro del escalafón superior, agradeció el enfoque que se le había dado a la conferencia. Hizo referencia a que es toda la familia la que están dando la cara, la que comparten y sufren al mismo tiempo.
Por su parte, Félix Castellanos, habló de las vivencias que tuvo con su hijo Jaime Castellanos y también las suyas propias cuando quiso ser torero, ya que esta afición le viene desde atrás.
En la mesa acompañando a los tertulianos se encontraba dos concejales, por un lado Ángel Montealegre, que destacó las cosas buenas que se han hecho en Alcázar de San Juan y de las que había que sentirse orgullos y con satisfacción por amar la Fiesta de los toros. Y por otro, Coralio Paniagua, quien tiene que luchar temporada tras temporada por satisfacer los gustos taurinos de sus paisanos. El cual hizo un breve resumen de la trayectoria de Jaime Castellanos, y realzó a los toreros que ha dado Alcázar.
Una vez que todos se presentaron, Raquel Montero no podía dejar de saciar su curiosidad y preguntó por ¿cómo reacciona un padre cuando su hijo le dice que quiere ser torero?
En primer lugar fue Pepe Reina quien explicó como su hijo quiso ser torero. Y todo fue porque acudió a una fiesta en la que soltaron dos becerras que a Reina Rincón le gustó eso y desde ese momento se plantea ser torero. En un principio faltando a clase, y como bien dijo su padre, abriendo el buzón todos los días, porque así cogía las cartas que llegaban del colegio en las que decía que no asistía a clase. En la plaza de toros de Ciudad Real entrenaba con los profesionales del toro. Según relató un José Reina, muy emocionado con los recuerdos de su hijo, fue Valentín Cuevas quien le dijo que tenía cualidades, y desde ese momento hasta su final tan trágico, porque de no haber sido así, hoy estaríamos hablando de una gran figura del toreo que ha dado esta tierra manchega.
En el caso de Fernando Tendero fue completamente distinto. David Tendero era aficionado pero su hijo nunca le acompañaba a los toros, fue con unos primos y sin que él estuviera cuando fue por primera vez, aquello le impactó de tal manera que decidió seguir viendo toros ya en compañía de su padre, hasta que por fin probó y el gusanillo se instaló en su cuerpo.
Félix Castellanos afirmó que los chicos jugaban al toro y al final han terminado con el toro, o mejor dicho que el toro está con ellos.
Quien sintió una envidia sana fue el concejal de Festejos, Coralio Paniagua, ya que, ver como estos padres al final han tenido un hijo torero, y él que es aficionado al ciclismo no ha conseguido que su hijo fuera ciclista.
Muchas fueron las anécdotas que se contaron en el transcurso de la noche por los tres padres de toreros, ya que la profesión de torero da para muchas anécdotas y circunstancias curiosas.
Finalizó la tertulia con la entrega de trofeos correspondiente al festival de banderilleros que se celebró el pasado 31 de octubre de 2009 en Alcázar de San Juan, siendo premiado el novillo Romero, herrado con el número 10 de la finca ‘Las Cuadrillas” propiedad de Óscar Castellanos, quien recogió el galardón. Castellanos se mostró muy satisfecho reconociendo que era el que le faltaba en sus vitrinas, ya que de banderillero ha recogido muchos y como ganadero, es el primero.
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